Los lunes son siempre lo mismo, me levanto voy al automercado. En realidad, lo único que diferencia al lunes de los demás días de la semana es precisamente que ese día hago el pequeño mercado que es lo único que puede hacer, me refiero a lo pequeño de la compra.
Pero este lunes hubo una diferencia, justo cuando salía del automercado me encontré con el exgobernador Pablo Pérez.
Debo confesarles que, aunque nunca fui de Nuevo Tiempo y tampoco de Primero Justicia he sido amigo de Pablo Pérez mucho antes de que fuera gobernador (fui profesor y tutor de tesis de su padre en el postgrado de Ciencias Políticas y profesor de su hermano en la Facultad de Economía).
Después de cinco años que no nos veíamos nos fuimos a tomar un café y conversamos. Ya me había enterado de su intención de lanzar su nombre para una candidatura a la alcaldía de Maracaibo en la plataforma unitaria.
Y le dije con franqueza que era una tarea difícil, porque la oposición organizada en los partidos parte de una premisa falsa: (dice, la premisa) que siendo mayoría cualquier candidato que lance la oposición gana fijo. La historia de las elecciones que se han producido durante estos 20 años desmiente categóricamente esta premisa. Acaso, por ejemplo, Capriles no era mejor que Maduro u Ocariz mejor que Rodríguez en Miranda, Rosales mejor que Prieto en el Zulia y la lista puede ser larga.
Le agregue que PJ puede cometer la equivocación de lanzar a un hombre de su aparato, que no es el mejor, pero es “uno de los nuestros” y apartarlo a él en la percepción de que es un recién llegado. Por supuesto, él dice tener confianza que en PJ se abrirá una discusión en torno a la mejor opción para enfrentar a una gestión (la de Casanova) que realmente es mala pero que cuenta con una maquinaria electoral eficiente.
Después le dije: ¿carajo, Pablo como piensas a la ciudad a la que tu aspiras gobernar? ¿Qué es Maracaibo para ti?
Y a partir de allí no paro de hablar y me expuso su idea de la ciudad. Me dijo que Maracaibo es hoy una ciudad sin brillo, que ha sido abandonada y es poco valorada, una ciudad fantasma y su gente con la autoestima por el suelo liquidando el capital más importante del maracucho: su alegría.
Y a partir de allí no paro de hablar y me expuso su idea de la ciudad. Me dijo que Maracaibo es hoy una ciudad sin brillo, que ha sido abandonada y es poco valorada, una ciudad fantasma y su gente con la autoestima por el suelo liquidando el capital más importante del maracucho: su alegría.
Y me dio una idea somera de lo que más o menos propondría para la ciudad, mientras nos tomábamos un café en un sitio que antes estaba atestado de gente y ruido y pudimos conversar como si estuviéramos en la sala de su casa.
Ender te digo algo que a los sociólogos les gusta mucho: hay que mejorar la dinámica social, traer, impulsar o estimular flujos económicos, mejorar la calidad de vida de los maracuchos.
Obviamente no es nada fácil, el país vive una crisis descomunal y en particular en Maracaibo esa crisis asume un carácter multidimensional que, por políticas que no han podido no solo administrar la crisis sino que al mismo tiempo la gestión del alcalde es productor de crisis, ha provocado un despelote y desorganización de la ciudad desde el territorio hasta la mala gestión y quiebra de los servicios públicos fundamentales totalmente degradados.
Es necesario un plan especial de intervención para la reactivación de la ciudad con la participación del sector privado, la sociedad civil y el sector público.
Dame una palomita Pablo le dije tú sabes que la base electoral del chavismo, por ejemplo, está en el barrio y las ofertas para esos sectores vulnerables y más pobres solo les llegan durante las elecciones.
Bueno si, ha sido un error de nuestros dirigentes que ha desconocido a los barrios como lo que realmente son: tejidos socioculturales con identidad y sentido propio.
Hay que mejorar su infraestructura física, desarrollo económico local, cultural, gobernanza y de participación ciudadana y lo más importante hoy frente a la pandemia de covid que se ceba en esos barrios la creación de herramientas e instrumentos para la gestión del impacto de la pandemia y de la nueva normalidad que surgirá después del mollejero del covid.
Sabes que me gustaría implementar en los barrios lo que se llama corredores gastronómicos para atender a los sectores vulnerables de los barrios.
Tengo muchas ideas, muchas.
Yo creo, en lo personal, que Pablo ha madurado y espero que haya espíritu de grandeza en la oposición, que se articule una sólida unidad con una sola propuesta para, no solo ganar sino también gobernar. Hay un chance si el candidato no es cualquiera sino el mejor
Nos despedimos dándonos un apretón de manos y me dije para mis adentro cuando me encuentre con Rafael Ramírez le preguntare que carajo piensa de la ciudad.
@RojasyArenas|Sociólogo
Nos despedimos dándonos un apretón de manos y me dije para mis adentro cuando me encuentre con Rafael Ramírez le preguntare que carajo piensa de la ciudad.
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