Cumaná. En la capital del estado Sucre, como en todo el país, se repite la escena de las colas “kilométricas” en las estaciones de servicio para abastecer los vehículos de gasolina, así como la de las protestas diarias por el desabastecimiento del gas doméstico, entre otras causas, por la falta de bombonas.
La escasez del gas doméstico es un tema sensible para el ciudadano común. “Cocinar con leña ya no es una opción, a menos que no haya respuesta a esta necesidad”, dicen algunos habitantes del municipio Sucre.
Ya no hay de dónde agarrar leña para cocinar. Ya estamos cansados; además, hay que lidiar con las complicaciones respiratorias y la irritación en los ojos que provoca la humareda que hay que aguantar”, agregan otros.
Sin embargo, insisten en que, más allá del desabastecimiento del gas doméstico, “la situación se complica porque ahora se suma la pérdida de los cilindros de almacenamiento”.
Ante esta situación los trabajadores de Gas Comunal destacados en la planta de llenado de Cumaná, ubicada en el sector Los Molinos, en la avenida Universidad, alertan sobre el déficit de aproximadamente 11.000 cilindros en la empresa para al almacenamiento del gas doméstico.
Una fuente aclara que la planta de Cumaná contaba con un stock de casi 5000 bombonas y desaparecieron: “Eso sin contar la pérdida de 6000 cilindros de las comunidades. Ahora mismo hay un déficit de aproximadamente 11.000 bombonas”.
Este “extravío” de los cilindros de las comunidades ha sido reportado por los propios residentes. Vecinos de sectores de las barriadas populares de Caigüire, Bolivariano, Panamericana, Cumaná II, La Trinidad, Barrio Sucre, Fe y Alegría del municipio Sucre han protestado reiteradamente por la pérdida de las bombonas que en su momento habían sido retiradas para su llenado y no las regresaron a sus propietarios.
Esta situación irregular se presenta porque, al quedarse la planta sin su stock de cilindros, para garantizar el servicio se empezó a solicitar las bombonas a los vecinos con el compromiso de cumplir con el llenado y entregar inmediatamente la bombona llena”, añade la fuente.
Cilindros vencidos como nuevos
Con este notorio déficit de bombonas de almacenamiento de gas doméstico, los gerentes de la planta en Cumaná ordenaron retirar una gran cantidad de cilindros que estaban desechados en los almacenes de la sede de Pdvsa Costa Afuera para ponerlos en funcionamiento nuevamente.
La fuente advierte que la gravedad de disponer de cilindros obsoletos radica en que esos dispositivos ya cumplieron su vida útil y “ahora los están pintando para hacer parecer que están entregando envases nuevos”.
Trascendió que el hierro de estos cilindros que se están pitando está vencido, la utilidad de los cilindros es de siete años, al término de ese tiempo se procede a recoger esas bombonas para hacerles la prueba hidrostática (PH) y verificar su estado y capacidad de uso.
Esta prueba PH consistía en poner presión al cilindro en las plantas renovadora y de fabricación ubicadas en Chivacoa, Cagua y en Guarenas. “Pero estas tres plantas, hoy están inoperativas”, destacan los trabajadores.
Otro trabajador, que pide permanecer en anonimato, afirma que estos cilindros “están vencidos desde hace mucho tiempo y permanecían abandonados en los almacenes por falta de mantenimiento”.
Añade: “Son bombonas que están a la espera de la prueba hidrostática, pero nunca se les hizo; y ahora pretenden ponerlos en circulación con una mano de pintura que les cambie la fachada. Muchas tienen defectos en las válvulas”.
Afirma que este “desfalco” de la disposición de cilindros de gas doméstico también se registra en Carúpano y Güiria.
Los trabajadores, que hicieron contacto con el equipo de Crónica. Uno, advierten que la planta de llenado de Cumaná no cuenta con una romana (dispositivo para el llenado) y calibradores en óptimas condiciones, que mantengan el equilibrio entre el peso del cilindro y el volumen de gas, por lo cual “se están llenando los cilindros a pulso”.
Bajo estas condiciones, la explosión de una bombona de gas en cualquiera de las comunidades de Cumaná se convierte en un peligro latente.
Los trabajadores denuncian que tanto las bombonas de 10, como las de 18 y 43 kilos, no se están llenando al pleno de su capacidad, y en ocasiones pudieran sobrecargarse de gas, lo que significa un verdadero riesgo para trabajadores y usuarios en general.
Asimismo, revelan que los primeros días de julio se registró una explosión de una bombona en la planta sin un saldo grave que lamentar, pero “un trabajador fue herido en el pie con restos del hierro del cilindro”. No hubo mayor difusión del hecho. La empresa atendió la emergencia.
Laborar sin condiciones
La planta de llenado de Cumaná administra una nómina total de 311 trabajadores y empleados entre sus sedes de Cumaná, Carúpano I y II, Güiria e Irapa.
A la fecha, están recibiendo solo lo asignado como sueldo mínimo, que alcanza aproximadamente a entre dos y cuatro millones semanales, más lo correspondiente al bono de alimentación, que suma alrededor de 10 millones mensuales o un poco más.
Alegan que eso no les alcanza para nada: “Aquí no recibimos ningún otro beneficio contractual”. Antes les cancelaban un bono de transporte y ahora ni se lo pagan, ni le dan respuestas al respecto, aseguran.
Actualmente, la empresa no tiene condiciones para garantizar la prestación de servicio. Los trabajadores cuentan que a la planta le entregaron 12 gandolas de transporte primario que traen el gas del Complejo Criogénico de Jose, en Anzoátegui, a la planta de Cumaná, pero solo están tres operativos.
Confirman que se entregaron a la planta 27 camiones de distribución de gas doméstico y solo quedan como cinco unidades en muy malas condiciones.
Ya no hay de dónde agarrar leña para cocinar. Ya estamos cansados; además, hay que lidiar con las complicaciones respiratorias y la irritación en los ojos que provoca la humareda que hay que aguantar”, agregan otros.
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