La urgencia por depositar los dólares en cuentas bancarias en Cuba no solo está generando preocupación, también está incentivando estafas y especulación entre quienes buscan comprar y vender la moneda extranjera, a propósito de la repentina medida anunciada por el régimen castrista.
A partir del 21 de junio quedan suspendidos los depósitos en dólares estadounidenses en la isla. Supuestamente se trata de una medida «temporal» provocada por el embargo de Estados Unidos, según voceros de la dictadura. Aunque la decisión no sería más que un intento desesperado por controlar las remesas de la población e incluso desviarlas en beneficio propio y para cubrir un creciente déficit fiscal.
El anuncio fue emitido el pasado 10 de junio. Es decir, los ciudadanos solo tuvieron 11 días para depositar su dinero en moneda extranjera. Esta premura ha llevado a que quienes se dedican a la compra-venta de dólares en Cuba estén recibiendo pesos cubanos manipulados con falsas denominaciones.
“Revisen bien los billetes de 500 que andan falsos a la cara. Me di cuenta luego de mojarlo”, dijo el usuario Yoandri Núñez Hernández en un grupo de Facebook, replicado por Cubanet. Añadió que la falsificación se hace sobre un billete de denominación de cinco pesos cubanos (CUP), “por lo tanto es el mismo papel”.
Más estafas
Para quienes intercambian divisas, los últimos días han sido «una locura», de allí que existan tantas estafas. “Los billetes de 500 se confunden con los de 5, y los de 1000 con los de 100. Esto ha liado a muchos (sobre todo a ancianos), que se han equivocado a la hora de pagar y han perdido mucho dinero. Esto también se presta para las falsificaciones”, explicó al medio cubano Yancel Trujillo, dedicado al negocio de las divisas.
El problema con la falsificación de billetes en Cuba ya venía ocurriendo. Los de alta denominación (200, 500 y 1000 CUP) tienen las mismas dimensiones, formato y ubicación de los elementos identificativos y de seguridad, que los de menor valor, explica el portal Cibercuba.
Desde el Banco Central de Cuba afirmaron que esto permitiría un «mejor reconocimiento de los billetes», pero en realidad pasó todo lo contrario. En 2015 cuando salieron esas denominaciones, los ciudadanos incluso los confundían con los viejos pesos cubanos convertibles (CUC) que perdieron vigencia en enero de 2021. Llegaban al punto de guardarlos en bolsillos diferentes de sus carteras y billeteras.
En esta línea reciente de engaños entre quienes compran y venden dólares, hay más testimonios. Uno relata que le quisieron dar «tres billetes de 100 y dos de 500 falsos». Otra persona aseguró que con «los de 500 y los de 1000» ya vivió la desagradable experiencia de ser engañado.
Se triplicó el valor de dólar
Parte de la ansiedad que están atravesando los habitantes de la isla radica en que muchos productos básicos que escasean en Cuba pueden conseguirse en tiendas MLC (Moneda Libre Convertible), creadas por el Estado desde 2019. Pero estas tiendas no aceptan efectivo, por eso los cubanos corren hacia los bancos a depositar sus billetes en cuentas MLC.
El grupo de Facebook «venta de dólares en La Habana» muestra un poco de esta vorágine, matizada por el salto en el valor del dólar. Antes del anuncio la cotización estaba en 24 CUP por dólar. Hoy puede llegar hasta los 70 CUP.
Como todo control cambiario, nacen distorsiones y especulación. Los que tienen la divisa puede adquirir más CUP, pero los cubanos con pesos pueden comprar menos dólares estadounidenses. En el medio, salen algunos aprovechadores.
«Compro 1000 o 500 (USD) a 60 (CUP), voy a buscarlos», «Compro 1100 USD», «¿Alguien sabe cómo estará el USD el lunes?», son algunos mensajes de los usuarios que buscan negociar con dólares en Cuba.
Las supuestas garantías del régimen
Elizabeth Méndez fue al banco apenas pudo para depositar sus dólares y poder comprarse un celular en Cubacel. Los adquirió a 45 CUP por dólar. La historia se repite en las filas afueras de las entidades bancarias.
«En realidad, el gobierno les está trasladando a las familias el riesgo financiero derivado del embargo», explicó a BBC Mauricio de Miranda, economista cubano. La medida tan apresurada como impositiva demuestra que «el gobierno tiene una necesidad imperiosa de dólares y busca la mayor cantidad de ellos en el menor tiempo posible».
A su vez, el Banco Central Cubano ofreció una serie de garantías. El tiempo dirá si realmente son viables. Por ejemplo, se podrán seguir realizando extracciones, recibir transferencias del exterior y depósitos en otras divisas.
Por lo pronto, la entidad asegura que «la duración de esta medida dependerá de la eliminación de las restricciones que impiden el normal funcionamiento de los procedimientos de exportación de la moneda estadounidense». La nueva forma de presión a Estados Unidos está oficializada.
El reinado del euro en la economía informal
Si bien ahora hablamos de estafas. Lo que puede pasar con la economía cubana no pinta muy bien. El euro podría llegar a liderar por encima del dólar e incluso dispararse en el mercado informal (actualmente ronda los 80 pesos cubanos), según expertos.
Dado que la población en Cuba no cobra en dólares, mucho menos lo hace en euros. Además, tampoco hay tanto turismo que puede garantizar ingreso de divisas por la pandemia. Del mismo modo, las remesas que reciben los cubanos son, en su mayoría, dólares estadounidenses. Es decir, según el principio básico de economía: a poca oferta, habrá gran demanda con el euro.
«La medida destrona un rey (dólar) para instaurar otro (muy probablemente el euro) y si el Estado no se ocupa del cambio entre esas monedas y del cambio entre estas y el peso cubano, el mercado informal se encargaría de hacerlo. Los dólares actuales no van a evaporarse», pronosticó el economista Pedro Monreal, citado por EFE.
Pavel Vidal, profesor de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), añade un dato igual de importante que respalda esta teoría: «Difícilmente alguien va a querer aceptar pagos en dólares, si luego no los podrá depositar en los bancos para comprar en las tiendas».
Pavel Vidal, profesor de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), añade un dato igual de importante que respalda esta teoría: «Difícilmente alguien va a querer aceptar pagos en dólares, si luego no los podrá depositar en los bancos para comprar en las tiendas».
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