En enero de 2021, el Programa de Remesas e Inclusión Financiera del CEMLA y del BID-Lab, realizó una encuesta para caracterizar el envío de remesas de los migrantes venezolanos en un gran número de países. La encuesta se aplicó a más de 2.300 venezolanos en los países donde residen e incluyó preguntas sobre la crisis sanitaria y sus efectos sobre los migrantes. El análisis de las respuestas nos sirve como ejemplo o aproximación para entender las circunstancias que pudieron enfrentar los migrantes de la región en diferentes partes del mundo. Cabe mencionar que existe información que sugiere que los migrantes de otros países de ALC que residen en Estados Unidos, por ejemplo, experimentaron situaciones similares a las reportadas por los venezolanos en la encuesta.
Los resultados de la encuesta indican que, de las personas entrevistadas que envían remesas, el 18% dijo haber experimentado barreras para el envío de sus remesas por el cierre de operaciones en los países donde residen, y el 83% manifestó que compensó esta reducción con el uso de medios no presenciales. Un aspecto interesante a mencionar es que también se observa un posible cambio de hábitos entre los emisores de remesas, ya que el 65% dijo que después de la crisis seguirá usando canales alternativos a los tradicionales presenciales. Por sus características, el cambio a estos medios alternativos no presenciales, digitales/ móviles, podría llevar a una reducción adicional en los costos de estos envíos. Por otra parte, el 90% de los migrantes que respondieron la encuesta dijo que suspendió visitar su país de origen, que en cualquier caso probablemente era imposible por el cierre de fronteras, lo que habilitó recursos adicionales que pudieron transformarse en remesas.
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En este sentido, el 47% de los entrevistados manifestó que utilizó sus ahorros para enviar remesas durante la crisis, aunque el 93% considera que no necesitará usar sus ahorros en el futuro para continuar con sus envíos. Consistente con esa perspectiva optimista, el 67% considera que no necesita ahorrar recursos adicionales para regresar a sus países o para enfrentar una nueva emergencia de salud y el 53% considera que más adelante no se complicará o dificultará el envío de dinero a sus familiares. La encuesta no permite identificar si estos resultados son consecuencia simplemente de las expectativas de un mejor futuro que avizoran los migrantes entrevistados, o si derivan de la adopción de medidas alternativas, que podrían ser parte de una investigación futura que permita entender mejor estas percepciones. Entre las consecuencias más mencionadas como efecto de la crisis está la reducción de los ingresos que manifiesta haber experimentado alrededor del 30% de los migrantes venezolanos en diferentes países. Otros dos efectos de la crisis que los migrantes dijeron haber sufrido son el cambio de ocupación y el cambio de lugar de residencia.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, el 27% de los migrantes venezolanos entrevistados manifestó haber perdido su fuente de ingresos. Entre los que sufrieron esta pérdida, el 39% respondió que ya la recuperó. De los migrantes en Estados Unidos5 50% recuperaron su fuente de ingresos con una nueva ocupación y el 43% recuperó su ocupación anterior, pero en ambos casos sólo el 35% obtuvo un ingreso igual o mayor al que tenía antes de la pandemia. De los migrantes en España que recuperaron su fuente de ingresos, el 37% recuperó su empleo anterior, mientras que el 63% lo hizo con una nueva ocupación y, de ellos, el 58% con un ingreso igual o mayor.
Para los migrantes en Chile, la mayor parte de los que recuperaron sus fuentes de ingresos (76%) lo hizo con un nuevo empleo, de los cuales el 48% lo hizo con un ingreso igual o mayor al que tenía antes de la crisis sanitaria.
Otra fuente de ingresos que ayudó a los migrantes a mantener el envío de sus remesas fue el apoyo que muchos de ellos recibieron de los gobiernos en los lugares donde viven. En este sentido, más del 40% los migrantes
venezolanos ubicados en Brasil, Estados Unidos, Canadá, Italia y Chile manifestaron haber recibido apoyo del gobierno en el país en que residen. En contraste, menos del 19% de migrantes en Colombia, Argentina, y Ecuador dijo haber recibido algún tipo de ayuda del gobierno durante la pandemia. Entre aquellos que sí recibieron ayuda del gobierno, en promedio el 34% de ellos manifestó haber usado esa ayuda para enviar remesas a sus familiares en Venezuela.
Estados Unidos es uno de los países en los que más migrantes venezolanos (47%) dijo haber recibido ayuda del gobierno y, entre ellos, el 38% dijo haberla utilizado para enviar remesas. Ello podría ayudar a explicar la mayor recuperación de las remesas recibidas en los países centroamericanos y México. Si bien los datos aluden a las respuestas que dieron los migrantes venezolanos, para los migrantes de regiones como México y Centroamericana, cuya concentración y antigüedad en Estados
Unidos es mayor es probable que, en porcentajes mayores a los observados para los venezolanos, hayan sido receptores de la ayuda del gobierno durante la crisis, lo que mejoró sus posibilidades de enviar dinero a casa.
En contraste, las autoridades de los países de la región ALC parecen haber ofrecido menores apoyos a los migrantes durante la crisis, lo que se manifiesta en la menor recuperación de las remesas que se recibieron en los países suramericanos, especialmente los países andinos, en los que una tercera parte de las remesas que reciben proviene de los propios países de la región.
En contraste, las autoridades de los países de la región ALC parecen haber ofrecido menores apoyos a los migrantes durante la crisis, lo que se manifiesta en la menor recuperación de las remesas que se recibieron en los países suramericanos, especialmente los países andinos, en los que una tercera parte de las remesas que reciben proviene de los propios países de la región.
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