Para el internacionalista Luis Daniel Álvarez la escalada del gobierno de Nicolás Maduro contra Europa, materializada en la expulsión de la embajadora de la Unión Europea, Isabel Brilhante; y la orden de poner bajo revisión las relaciones con España, puede precipitar una mayor presión de la comunidad internacional.
"Pareciera que Maduro juega a no querer nada y por eso patea la mesa, pero lo que termina es convenciendo a los que estaban indecisos de que hay que buscar vías de entendimiento en Venezuela. Esto puede terminar fortaleciendo acciones coordinadas desde Estados Unidos, (Joe) Biden ha llegado con una visión de seguir con la política de presión y con un espíritu más multilateral con la Unión Europea y el Grupo de Lima", expresa.
A su juicio, el aislamiento lejos de favorecer a Maduro lo perjudica. "Maduro no tiene a sus aliados más duros en la región, Cuba juega al mejor postor y los aliados están en otras latitudes como China, Rusia, Irán o Turquía y eso puede pasarle facturas, se va quedando solo y eso termina teniendo costos para el comercio. No le sirve a la larga el aislamiento, lo deja sin aliados", señala.
El analista y especialista en derecho internacional Simón Gómez considera que estas acciones del gobierno de Maduro juegan en su contra, pues ponen a Venezuela en la palestra y van a resultar en un mayor descontento de la comunidad internacional. "Maduro busca la normalización de la crisis, lograr que pase a segundo plano en la comunidad internacional, pero esto vuelve a poner a Venezuela en el centro", expone.
El "enemigo externo"
Ambos profesores consideran que el gobierno chavista busca alimentar la retórica del "enemigo externo" como culpable de la crisis humanitaria que vive el país y, en este sentido, acusa a España de planes conspirativos para forzar un cambio de Gobierno en Venezuela.
"Toda esta situación es producto del paulatino deterioro de la presencia de Venezuela en el ámbito internacional y suma al aislamiento con las implicaciones que esto tiene como la repercusión en los programas de ayuda humanitaria que gestiona la Unión Europea en el país. Al final del día es la población venezolana la que termina sufriendo las consecuencias de todo este deterioro y radicalización política", afirma Simón Gómez.
El especialista en derecho internacional señala que lo más probable es que los gobiernos de ambos países llamen a consulta a sus representaciones; también puede declarar persona non grata a los encargados de negocios (la representación diplomática fue reducida a encargados de negocios por las continuas tensiones) lo que conlleva al nombramiento de otros funcionarios en estos cargos.
"La acción más contundente que esperamos que no ocurra es romper relaciones con España como lo establece la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas", agrega.
No obstante, considera que este último escenario no está contemplado pues en su opinión, el gobierno de Maduro utiliza "la diplomacia de micrófonos" con un discurso incendiario para enviar un mensaje a sus filas radicales más con fines proselitistas.
El internacionalista Luis Daniel Álvarez enumera otras implicaciones de una eventual ruptura de relaciones diplomáticas: "Afectaría la población española, radicada en Venezuela, que perdería la oportunidad de mantener un seguimiento con su representación y vería afectada el tema de su seguridad social y del derecho al voto, etc. También repercute negativamente hacia Maduro porque la Unión Europea es un conglomerado y cualquier ataque a un país todos los asumen como si fuesen un poco más".
Los venezolanos en España también se verían afectados. Esta población supera los 350 mil.
"Los sistemas o regímenes autoritarios ven enemigos en cualquier que asume una posición distinta. A estos regímenes les preocupa que los dejen al desnudo. España ha tenido una posición más suave por una situación coyuntural interna que tiene el gobierno en cuanto a sus alianza (Podemos y sus vínculos con el chavismo) y sus propios problemas, pero el tema de la crisis migratoria venezolana no se puede ocultar, la canciller española viaja al centro del asunto (Colombia) y como no defiende a Maduro entonces apelan al enemigo externo para desviar la atención", concluye Luis Daniel Álvarez.
Los momentos más tensos de una relación incómoda:
Foto: Tal Cual.
https://efectococuyo.com/
"Pareciera que Maduro juega a no querer nada y por eso patea la mesa, pero lo que termina es convenciendo a los que estaban indecisos de que hay que buscar vías de entendimiento en Venezuela. Esto puede terminar fortaleciendo acciones coordinadas desde Estados Unidos, (Joe) Biden ha llegado con una visión de seguir con la política de presión y con un espíritu más multilateral con la Unión Europea y el Grupo de Lima", expresa.
A su juicio, el aislamiento lejos de favorecer a Maduro lo perjudica. "Maduro no tiene a sus aliados más duros en la región, Cuba juega al mejor postor y los aliados están en otras latitudes como China, Rusia, Irán o Turquía y eso puede pasarle facturas, se va quedando solo y eso termina teniendo costos para el comercio. No le sirve a la larga el aislamiento, lo deja sin aliados", señala.
El analista y especialista en derecho internacional Simón Gómez considera que estas acciones del gobierno de Maduro juegan en su contra, pues ponen a Venezuela en la palestra y van a resultar en un mayor descontento de la comunidad internacional. "Maduro busca la normalización de la crisis, lograr que pase a segundo plano en la comunidad internacional, pero esto vuelve a poner a Venezuela en el centro", expone.
El "enemigo externo"
Ambos profesores consideran que el gobierno chavista busca alimentar la retórica del "enemigo externo" como culpable de la crisis humanitaria que vive el país y, en este sentido, acusa a España de planes conspirativos para forzar un cambio de Gobierno en Venezuela.
"Toda esta situación es producto del paulatino deterioro de la presencia de Venezuela en el ámbito internacional y suma al aislamiento con las implicaciones que esto tiene como la repercusión en los programas de ayuda humanitaria que gestiona la Unión Europea en el país. Al final del día es la población venezolana la que termina sufriendo las consecuencias de todo este deterioro y radicalización política", afirma Simón Gómez.
El especialista en derecho internacional señala que lo más probable es que los gobiernos de ambos países llamen a consulta a sus representaciones; también puede declarar persona non grata a los encargados de negocios (la representación diplomática fue reducida a encargados de negocios por las continuas tensiones) lo que conlleva al nombramiento de otros funcionarios en estos cargos.
"La acción más contundente que esperamos que no ocurra es romper relaciones con España como lo establece la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas", agrega.
No obstante, considera que este último escenario no está contemplado pues en su opinión, el gobierno de Maduro utiliza "la diplomacia de micrófonos" con un discurso incendiario para enviar un mensaje a sus filas radicales más con fines proselitistas.
El internacionalista Luis Daniel Álvarez enumera otras implicaciones de una eventual ruptura de relaciones diplomáticas: "Afectaría la población española, radicada en Venezuela, que perdería la oportunidad de mantener un seguimiento con su representación y vería afectada el tema de su seguridad social y del derecho al voto, etc. También repercute negativamente hacia Maduro porque la Unión Europea es un conglomerado y cualquier ataque a un país todos los asumen como si fuesen un poco más".
Los venezolanos en España también se verían afectados. Esta población supera los 350 mil.
"Los sistemas o regímenes autoritarios ven enemigos en cualquier que asume una posición distinta. A estos regímenes les preocupa que los dejen al desnudo. España ha tenido una posición más suave por una situación coyuntural interna que tiene el gobierno en cuanto a sus alianza (Podemos y sus vínculos con el chavismo) y sus propios problemas, pero el tema de la crisis migratoria venezolana no se puede ocultar, la canciller española viaja al centro del asunto (Colombia) y como no defiende a Maduro entonces apelan al enemigo externo para desviar la atención", concluye Luis Daniel Álvarez.
Los momentos más tensos de una relación incómoda:
Foto: Tal Cual.
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"Los sistemas o regímenes autoritarios ven enemigos en cualquier que asume una posición distinta. A estos regímenes les preocupa que los dejen al desnudo.
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