El panorama previo al 3 de noviembre, día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, no está claro en cuanto a quién podría resultar ganador en la contienda. Internacionalistas afirman que Donald Trump, del partido Republicano ni Joe Biden del Demócrata, pueden cantar victoria antes de un proceso que podría complicarse debido a las restricciones de la pandemia
“Todo indica que el candidato del partido Demócrata (Joe Biden) parte con cierta ventaja en diversos estados claves para hacerse con los 270 votos del colegio electoral, pero la misma no es suficientemente significativa como para que pueda descartarse una victoria del presidente Trump», expresa a Efecto Cocuyo, el experto en Relaciones Internacionales, Mariano de Alba.
Señala que a la incertidumbre por los resultados se añade el hecho que en esta elección un número preponderante de votos será enviado por correo, lo que a su juicio podría dificultar la determinación del ganador en algunos estados claves hasta varios días o semanas después del día de la elección. Advierte que habrá mucha presión para que se proyecte el ganador de varios estados cuando todos los votos todavía no habrán sido contados.
Sistema complejo
El internacionalista Oswaldo Silva coincide en que no hay un claro ganador, pues si bien la mayoría de las encuestas inclinan el voto popular a favor de Biden, las características del sistema electoral estadounidense, basado en comicios de segundo grado, podría terminar favoreciendo al actual presidente en ejercicio.
“Hay una tendencia entre los partidarios de Trump a no manifestarse públicamente en encuestas, a algunos les cuesta admitir que lo respaldan”, añade.
De acuerdo con medios estadounidenses para este sábado 31 de octubre han votado más de 90 millones de electores de forma anticipada debido a la pandemia en diversos estados, de los cuales 57.356.207 se han emitido por correo y 32.698. 826 en persona en centros de votación habilitados. Las cifras corresponden a la página web del Proyecto de Elecciones de Estados Unidos de la Universidad de Florida (UF por sus siglas en inglés).
El monitoreo también arroja que 45,9% de los votos se han registrado como demócratas (19.892.347 ) y 30,01% como republicanos.
El voto latino
Sobre el voto latino, Silva señala que hay un contraste entre quienes están establecidos desde hace muchos años y quienes acaban de llegar como cubanos y venezolanos. En los primeros, el apoyo a Biden se manifiesta por el hecho de que desean más un enfoque social, especialmente por el tema sanitario y lo difícil que es estar cubierto por un seguro médico.
“Cubanos y venezolanos recién llegados tienen mayor expectativa sobre que el gobierno de ese país sirva de muro de contención hacia regímenes autoritarioscomo los que imperan en Cuba y Venezuela. Los ilegales no votan pero influyen en la opinión pública”, apunta.
Los estados con más población hispana son Arizona, Nevada, Texas y Florida y representan 13,5% del electorado nacional. Cifras atribuidas por medios internacionales a la encuesta Latino Decisions, reflejan 68 % del voto latino para Biden.
Sin expresarlo abiertamente, el gobierno de Nicolás Maduro apuesta a una derrota de Trump con la esperanza de que se suavicen o levanten las sanciones internacionales. Mientras que la oposición liderada por Juan Guaidó ha encontrado en la gestión del actual mandatario estadounidense a uno de sus más firmes aliados internacionales.
“El peso del voto latino es importante en varios estados. Quizás en el que es más interesante ver es en el estado de Florida ya que es un estado crucial que el presidente Trump tiene que ganar si quiere mantener vivas sus opciones de repetir en la presidencia. Dicho eso, es un voto diverso que se distribuye entre el partido Demócrata y el Republicano, en alguna medida conforme a la nacionalidad de origen de esos votantes. Por ejemplo, se estima que los cubanos y venezolanos apoyan mayoritariamente al presidente Trump, mientras que centroamericanos y puertorriqueños a Biden”, indica de Alba.
Las ofertas
Basado en la campaña electoral y los debates entre los candidatos, Silva sostiene que los aspirantes no buscaron ampliar su base de apoyo sino que se dedicaron a reforzar el voto fuerte a su favor. Destaca que Trump se erige como el salvador de EEUU de las garras de la izquierda mientras que Biden, más moderado hace énfasis en lo social, en resolver temas más urgentes para el país a lo interno.
“Biden, con larga trayectoria política, es apoyado por sectores de la academia, las artes y los llamados libertarios que no se sitúan ni en la izquierda ni en la derecha. Observan en el demócrata a una persona moderada, con un discurso fuerte y creíble que contribuirá a rescatar las instituciones y resolver demandas como los préstamos estudiantiles”, expone.
Para de Alba, Trump apuesta a su los indicadores económicos durante su presidencia previo a la pandemia. También se ha dedicado a avivar los temores de que el partido Demócrata será cooptado por factores de extrema izquierda que supuestamente aumentarían los impuestos para una mayoría de estadounidenses.
“Biden, por su parte, se concentra en una oferta de volver a una normalidad donde no haya un presidente que promueva la polarización y se respete la institucionalidad. Las trágicas consecuencias que ha tenido el COVID-19 en la economía y la salud de millones de estadounidenses también juegan a su favor”, afirma.
“Biden, por su parte, se concentra en una oferta de volver a una normalidad donde no haya un presidente que promueva la polarización y se respete la institucionalidad. Las trágicas consecuencias que ha tenido el COVID-19 en la economía y la salud de millones de estadounidenses también juegan a su favor”, afirma.
ResponderBorrar