El embajador del gobierno interino en EE.UU., Carlos Vecchio, dice que “continuamos haciendo todo lo posible para garantizar la protección de CITGO. El dictador Maduro comprometió irresponsablemente el principal activo internacional de todos los venezolanos y son varios los frentes abiertos, no obstante, hemos trabajado a todo nivel para su protección temporal y aspiramos a su preservación definitiva para que sirva de apalancamiento para la venidera recuperación de Venezuela”.
El meollo del asunto
La medida del Tesoro prohíbe temporalmente a los tenedores de bonos que intenten embargar las acciones de Citgo hasta el 19 de enero de 2021. Una licencia emitida previamente expira el 20 de octubre. La administración de Estados Unidos ha dejado insistentemente claro su interés en garantizar que CITGO pueda estar disponible para el proceso de recuperación de Venezuela que debe iniciar junto a una transición democrática en el país. Esta posición es compartida por Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, entre otros partidos. La gran incógnita está en Primero Justicia. Su coordinador Julio Borges, también comisionado de Relaciones Exteriores del interinato, se mantiene al margen de la discusión. No es el caso de un grupo de su partido.
Rafael Guzmán, diputado de PJ, se reunió en septiembre de 2016 con un representante del Ashmore Group y le aseguró que la deuda era legal. Ashmore Group es uno de los principales tenedores de esta deuda. Quien llevó a Caracas a Xin Xu, el enviado del fondo de inversiones, fue Francisco Rodríguez. El banquero venezolano tenía en su cartera de clientes al Ashmore. La visita fue de dominio público. La reunión con Guzmán se conoce gracias a una declaración jurada ante tribunal en Nueva York por parte de Xin. La posición del parlamentario venezolano contraviene la estrategia de la oposición. El rechazo parlamentario a este negocio del régimen es la base sobre la cual reposa el juicio en el cual se decide el futuro de Citgo. En base a eso, se ha recibido el apoyo de la administración Trump. Guzmán, muy cercano a la corriente de Henrique Capriles, se ha negado a declarar al respecto.
El PDVSA 2020 es una refinanciación del PDVSA 2016. La Asamblea Nacional, presidida entonces por Henry Ramos, declaró esa operación como ilegítima. Lo más grave de la operación es que la dictadura ofreció como colateral del pago de esa deuda el 51.1% de Citgo. Esta red de gasolineras y refinerías es prácticamente el único activo que todavía mantiene buen valor de mercado en PDVSA. El otro 49.9% fue ofrecido a Rosneft, la petrolera rusa, en otra operación, esta vez de carácter crediticio. El Nuevo País fue el primer medio de comunicación en denunciar esto en Venezuela y su directiva terminó demandada por Eulogio Del Pino, entonces presidente de PDVSA. Esto ocurrió tras una orden televisada del entonces presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ahora usurpa el poder en el Palacio de Miraflores.
El PDVSA 2020 es una refinanciación del PDVSA 2016. La Asamblea Nacional, presidida entonces por Henry Ramos, declaró esa operación como ilegítima. Lo más grave de la operación es que la dictadura ofreció como colateral del pago de esa deuda el 51.1% de Citgo. Esta red de gasolineras y refinerías es prácticamente el único activo que todavía mantiene buen valor de mercado en PDVSA. El otro 49.9% fue ofrecido a Rosneft, la petrolera rusa, en otra operación, esta vez de carácter crediticio. El Nuevo País fue el primer medio de comunicación en denunciar esto en Venezuela y su directiva terminó demandada por Eulogio Del Pino, entonces presidente de PDVSA. Esto ocurrió tras una orden televisada del entonces presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ahora usurpa el poder en el Palacio de Miraflores.
ResponderBorrar