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Una parte de la región de La Pampa, en Perú, está siendo reforestada luego de que ilegales arrasaran con grandes franjas de la selva tropical. Paula Dupraz-Dobias
Entre marzo y junio, Suiza, país responsable de refinar alrededor de 60% de la oferta mundial de oro, envió volúmenes históricos a Estados Unidos para satisfacer la demanda de los inversores. Sin embargo, debido a que las autoridades de muchos países productores de oro están empleando estrictas medidas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus, la extracción ilegal de oro ha florecido. Con varias minas industriales fuera de servicio, los mineros ilegales están compensando el déficit de oro.
Minería subterránea en Perú
En la selva peruana, apenas un año después de que el gobierno enviara a la policía y al ejército a ocupar las tierras devastadas por los mineros, acción que formó parte de su ofensiva contra la minería ilegal, la situación luce inquietante. “Las organizaciones delictivas no están perdiendo presencia", dice a swissinfo.ch Lucía Dammert, profesora peruana especializada en seguridad pública de la Universidad de Santiago de Chile.
“Cada vez hay más trabajo infantil y trata de personas, sobre todo, de mujeres dedicadas a la prostitución”, añade Dammert y refiere que la crisis económica provocada por el confinamiento ha agravado la situación. En abril, la economía del país se contrajo 40% en comparación con el mismo mes de 2019. Un 72% de la población peruana está dependiendo de la economía informal y las restricciones impuestos por el coronavirus están llevando a cada vez más personas a buscar actividades ilegales.
Perú es el séptimo productor de oro a nivel mundial y 20% de su oferta provendría de la minería ilegal. Durante los últimos 30 años, alrededor de 960 km2 de selva tropical han desaparecido porque población de las zonas más pobres del país se ha mudado a los lugares en donde hay reservas de oro para dedicarse a la minería en busca del sueño de hacerse ricos. Pero, a menudo, las mujeres quedan atrapadas en un círculo vicioso de prostitución, deudas y esclavitud.
El general Raúl del Castillo, jefe de la policía ambiental del país, dice a swissinfo.ch que desde el inicio de la pandemia, la lucha contra la extracción ilegal de oro ha sido más difícil. Una parte importante de los recursos públicos se han redirigido hacia la lucha general contra la pandemia, que también ha afectado fuertemente a la policía nacional con 24 000 casos de COVID-19 y 400 muertes. Y desde julio pasado, la región de Madre de Dios, uno de los puntos focales de la minería ilegal de oro, se confirma como la zona con la tasa de contagios más alta del país.
Del Castillo sostiene que a pesar de que se tiene solo un tercio de los efectivos que había en 2019, la ejecución de la ley dentro de la vasta y ahora árida zona de La Pampa, en Madre de Dios, ha sido positivo.
Pero advierte también que la partida no está ganada porque "debido a la presencia de las fuerzas del orden y al temor a ser procesados, muchos mineros de Madre de Dios decidieron migrar hacia otras regiones en donde la presencia policial es menor”, lo que les permite realizar actividades ilícitas. El general asegura que muchos se mudaron hacia las zonas de La Libertad, en el noroeste; Arequipa y Cusco, no muy lejos de Madre de Dios, porque ahí hay menos deforestación, pero siguen abundando las violaciones a los derechos humanos y los principios medioambientales. Algunos otros han establecido campamentos para para la actividad minera ilegal en el Corredor Minero en Madre de Dios, en donde esta actividad está permitida si se cumplen ciertas condiciones.
“Siguen trabajando en vista de las ganancias potenciales que les esperan. En ningún momento van a decir: ‘ya terminé, me voy a casa’. Y así seguirán las cosas hasta que la presencia del gobierno sea más importante", dice el entrevistado.
El gobernador regional de Madre de Dios, Luis Hidalgo confirmó recientemente al diario peruano El Comercio que, pese al incremento en el precio internacional del oro, en Puerto Maldonado los negociantes de este metal lo adquieren a la mitad de su precio habitual aprovechando que los mineros no tienen a quién más venderle el oro en este momento.
Tienda de comercio de oro en Madre de Dios antes de la pandemia. Este metal sigue produciéndose y vendiéndose con descuento según las autoridades locales, mientras la COVID-19 arrasa. Paula Dupraz-Dobiaz
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El gobernador regional de Madre de Dios, Luis Hidalgo confirmó recientemente al diario peruano El Comercio que, pese al incremento en el precio internacional del oro, en Puerto Maldonado los negociantes de este metal lo adquieren a la mitad de su precio habitual aprovechando que los mineros no tienen a quién más venderle el oro en este momento.
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