Felipe González dio un disimulado ‘tirón de orejas’ a Josep Borrell.
El expresidente español rechazó, pero sin ‘hacer sangre’ la suavidad de la Unión Europea ante la dictadura de Venezuela.
En su participación en el foro ‘Encuentros por Venezuela’, de este 11 de junio, solicitó a la Unión Europea que “aquello que decidió hace un año [reconocer a Juan Guaidó como el presidente encargado de Venezuela] se derive en consecuencias para el desarrollo de una política extranjera firme”.
Un llamado a ‘ponerse las pilas’ tanto a los países miembro, como al Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores.
En este sentido, admitió que, pese a que se reconoce a Juan Guaidó como presidente, “se contempla que la dictadura mantiene el poder de facto y buscan canales para llegar a un acuerdo entre las partes”.
Un sistema que se encuentra en el Gobierno de Pedro Sánchez, donde aún permanece la representación diplomática de la dictadura venezolana en la Embajada y Consulado, a lo que se han sumado escándalos como el famoso ‘Delcygate’.
Una situación que se complica por la pandemia del coronavirus, ya que generó un “shock mundial” que centralizará los esfuerzos “en las ayudas humanitarias como prioridad”.
Aunque la esperanza internacional de los venezolanos parece recaer en Donald Trump, el expresidente del PSOE considera que “el caso de Venezuela es el único que une a los dos partidos de Estados Unidos”.
Sin embargo, aprovechó para mostrar su descontento con el líder norteamericano: “Debo confesar, a pesar de que pueda ofender a alguien, que si no repite Donald Trump en la presidencia, ganaremos en predictibilidad”.
Abiertamente contrario a una intervención extranjera, Felipe González también negó el plan maquiavélico defendido por figuras como José Luis Rodríguez Zapatero: “El diálogo sirve si es para recuperar institucionalidad democrática. Si es para dotar de tiempo a la dictadura, no lo acepto”.
En este sentido fue tajante y recordó que “no puede haber diálogo con presos políticos, represión y presiones a la Asamblea Nacional”.
La ‘luz al final del túnel’
En el evento también se contó con la participación del presidente Juan Guaidó.
El líder de la oposición venezolana, que insistió en que siempre están estudiando modelos de transición para adaptar la mejor fórmula, se mostró optimista sobre el fin del régimen.
“Hoy puedo decir que en este momento estamos en el umbral que conduce al fin de la dictadura», sentenció.
Además, reconoció que “si conociésemos hasta qué punto radica la debilidad del régimen, haríamos otras cosas, mucho más audaces”.
Un convencimiento de que el fin de la dictadura está cerca. Una idea que también fueron defendidas por Julio Borges, comisionado presidencial para Relaciones Exteriores del gobierno de Juan Guaidó; y Antonio Ecarri, ‘embajador’ de Juan Guaidó en España
El expresidente español rechazó, pero sin ‘hacer sangre’ la suavidad de la Unión Europea ante la dictadura de Venezuela.
En su participación en el foro ‘Encuentros por Venezuela’, de este 11 de junio, solicitó a la Unión Europea que “aquello que decidió hace un año [reconocer a Juan Guaidó como el presidente encargado de Venezuela] se derive en consecuencias para el desarrollo de una política extranjera firme”.
Un llamado a ‘ponerse las pilas’ tanto a los países miembro, como al Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores.
En este sentido, admitió que, pese a que se reconoce a Juan Guaidó como presidente, “se contempla que la dictadura mantiene el poder de facto y buscan canales para llegar a un acuerdo entre las partes”.
Un sistema que se encuentra en el Gobierno de Pedro Sánchez, donde aún permanece la representación diplomática de la dictadura venezolana en la Embajada y Consulado, a lo que se han sumado escándalos como el famoso ‘Delcygate’.
Una situación que se complica por la pandemia del coronavirus, ya que generó un “shock mundial” que centralizará los esfuerzos “en las ayudas humanitarias como prioridad”.
Aunque la esperanza internacional de los venezolanos parece recaer en Donald Trump, el expresidente del PSOE considera que “el caso de Venezuela es el único que une a los dos partidos de Estados Unidos”.
Sin embargo, aprovechó para mostrar su descontento con el líder norteamericano: “Debo confesar, a pesar de que pueda ofender a alguien, que si no repite Donald Trump en la presidencia, ganaremos en predictibilidad”.
Abiertamente contrario a una intervención extranjera, Felipe González también negó el plan maquiavélico defendido por figuras como José Luis Rodríguez Zapatero: “El diálogo sirve si es para recuperar institucionalidad democrática. Si es para dotar de tiempo a la dictadura, no lo acepto”.
En este sentido fue tajante y recordó que “no puede haber diálogo con presos políticos, represión y presiones a la Asamblea Nacional”.
La ‘luz al final del túnel’
En el evento también se contó con la participación del presidente Juan Guaidó.
El líder de la oposición venezolana, que insistió en que siempre están estudiando modelos de transición para adaptar la mejor fórmula, se mostró optimista sobre el fin del régimen.
“Hoy puedo decir que en este momento estamos en el umbral que conduce al fin de la dictadura», sentenció.
Además, reconoció que “si conociésemos hasta qué punto radica la debilidad del régimen, haríamos otras cosas, mucho más audaces”.
Un convencimiento de que el fin de la dictadura está cerca. Una idea que también fueron defendidas por Julio Borges, comisionado presidencial para Relaciones Exteriores del gobierno de Juan Guaidó; y Antonio Ecarri, ‘embajador’ de Juan Guaidó en España
En su participación en el foro ‘Encuentros por Venezuela’, de este 11 de junio, solicitó a la Unión Europea que “aquello que decidió hace un año [reconocer a Juan Guaidó como el presidente encargado de Venezuela] se derive en consecuencias para el desarrollo de una política extranjera firme”. Un llamado a ‘ponerse las pilas’ tanto a los países miembro, como al Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores.
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