Muertes, huelgas, excarcelaciones, fugas y desinfección de calabozos han tenido lugar durante estos días de confinamiento en las cárceles y calabozos del país, según registro de Una Ventana a la Libertad (UVL), ONG que defiende los derechos de los presos en el país.
En lo que va de cuarentena al menos 23 privados de libertad, que se fugaron de calabozos policiales, resultaron muertos en presuntos enfrentamientos generados tras su recaptura, según el registro de UVL. En marzo y abril solo en Zulia murieron al menos 20 presos después que se fugaron de dos centros de detención preventiva de la entidad.
La muerte más reciente en un calabozo policial se registró en el estado Vargas, donde este 19 de abril, murió Gerson Ligiberti Guzmán, de 16 años de edad, quien estaba preso en el centro de detención preventiva de Caraballeda, desde el año 2019.
Según el reporte policial, el adolescente murió de un infarto cuando caminaba acompañado por un custodio hacía el tanque de agua. El adolescente cargaba dos tobos de agua que serían trasladados hasta el baño, pero mientras cargaba los tobos se desplomó en el suelo.
Hasta el momento esperan los resultados de la autopsia para determinar cuál fue la causa real de muerte de Ligiberti Guzmán.
UVL registra que en Venezuela hay una población penal de 110 mil personas, de estas 65 mil están recluidas en calabozos policiales, en los cuales muchos de los reclusos no reciben alimentos ya que sus familiares no se lo hacen llegar, afirma Carlos Nieto Palma, director de UVL.
“En los calabozos no todos los presos tienen comida, muchos se mueren de hambre. Hay presos a los que nadie les lleva nada y por eso hay altos índices de desnutrición; en algunos casos los presos comparten un poquito de comida con otros”, dijo Palma en entrevista telefónica con Efecto Cocuyo.
Aunque en las cárceles y calabozos no permitan visitas, la ONG asegura que en la mayoría si están dejando a los familiares llevar alimentos a los internos, pero a muchos se les dificulta la movilización hasta los centros de detención preventiva, por las medidas de confinamiento emitidas por el gobierno nacional.
“Los familiares no puede estar todos los días llevándole comida a los presos, primero porque no hay transporte y no se pueden movilizar, tampoco tienen comida. El 95% de los presos del país son pobres y sufren las carencias de las personas que están afuera”, dice Nieto Palma.
Fugas
Los últimos informes de UVL estiman que el hacinamiento general en los calabozos policiales en Venezuela es de 205%, pero hay centros de detención donde el hacinamiento supera el 500%, como es el caso del centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana en Boleíta, al oeste de Caracas, donde hay más de mil presos y en realidad tiene la capacidad de atender 250 reclusos.
Según los reportes de prensa, durante el confinamiento se han fugado más de 100 presos de los centros de detención preventiva del país. El pasado 18 de marzo, 79 privados de libertad se fugaron de un retén de la ciudad de Cabimas en el estado Zulia. Mientras que el 6 de abril, 20 reclusos se escaparon de los calabozos de Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Cabimas estado Zulia.
La fuga más reciente se efectuó este martes 21 de abril, según reseña Una Ventana a la Libertad. Se trata de tres presos que se encontraban detenidos en el Centro de Coordinación Número 3 de la Policía del estado Miranda, con sede en Santa Teresa del Tuy.
Los evadidos quedaron identificados como Keniel Alejandro Istúriz Carrasco, quien está a la orden del Tribunal Primero de Control de los Valles del Tuy, por asalto a transporte público, Isaac Abraham Rosado Escobar, de 21 años de edad, cuya causa la sigue el mismo tribunal por homicidio y Yanny Xavier Torres Parasco, de 36 años de edad, quien se encuentra a la orden del Tribunal Segundo de Control por robo agravado, privación ilegítima y porte ilícito.
Extraoficialmente se conoció que los fugados rompieron los barrotes de la celda y le robaron su arma de reglamento a uno de los custodios.
Para exigir mejoras en las condiciones de reclusión algunos presos han iniciado huelgas en calabozos policiales de Miranda, Vargas y Nueva Esparta, pero estas no son tomadas en cuenta y los privados de libertad se ven obligados a levantarlas.
“Hubo una huelga hace poco en el retén de Macuto en Vargas, y en calabozos policiales de PoliMiranda, pero no tuvieron mayor trascendencia. Han hecho la protesta y al ver que no han tenido resultado la levantan”, afirma Nieto Palma.
Durante la cuarentena para prevenir el COVID-19 en Venezuela algunos de los centros de detención preventiva han sido desinfectados para prevenir la propagación del virus, aunque hasta este 21 de abril, no se reportan ningún caso en los centros de detención.
Después la suspensión de visitas y de las excarcelaciones de 283 presos de las cárceles de Yare y el Rodeo, el Ministerio Penitenciario no ha emitido más medidas para evitar la propagación del COVID-19, según UVL.
“No se han aplicado medidas nuevas, el ministerio sigue indiferente ante la situación. Gracias a Dios el coronavirus no ha llegado a las cárceles y esperamos que no llegue porque sigo diciendo que sería una gran tragedia que ocurriera”, reitera Nieto Palma.
Reportan cinco reclusos muertos y 79 evadidos en fuga en retén de Zulia Texto por Reynaldo Mozo Zambrano
“No se han aplicado medidas nuevas, el ministerio sigue indiferente ante la situación. Gracias a Dios el coronavirus no ha llegado a las cárceles y esperamos que no llegue porque sigo diciendo que sería una gran tragedia que ocurriera”, reitera Nieto Palma
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