VERDADES Y RUMORES ¿Qué debe hacer la oposición ahora? / LEOPOLDO PUCHI: El conflicto se agudiza

ESTRATEGIA (I). He conversado con varios amigos en torno al camino que ahora debe trazar Juan Guaidó. Algunos son dirigentes políticos, otros son observadores de la crisis venezolana. Todos tienen una posición respetable y con argumentos sobre las acciones a seguir, luego de la exitosa gira internacional de Guaidó que cerró muy bien con dos hechos. El primero, el cálido recibimiento por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, en cuya reunión se trazó la estrategia a seguir o se reforzó la que está en marcha. Y el segundo, el recibimiento violento aplicado por las huestes del régimen, lo que confirma que el chavismo es intolerante y poco democrático. Volviendo al punto inicial, en lo personal no creo que haya que analizar qué debe hacer Guaidó, porque el enfoque correcto es que debe hacer la oposición y cuando hablo de los adversos al oficialismo en su conjunto, no me refiero única y exclusivamente a la dirigencia política, sino a todos los venezolanos afectados por la crisis y que desean un cambio urgente. Coincido parcialmente con quienes alegan que cuando Guaidó decía que “no podemos solos”, no se refería a la comunidad internacional, sino a la población venezolana. Creo que se refería a ambos sectores, porque el conflicto venezolano es de tal complejidad, que requiere de un esfuerzo interno y externo para poner fin al sufrimiento y recuperar la democracia. Ahora bien, ¿qué debe hacer la oposición? Lo primero es unirse en un solo bloque, sin apartar a nadie y que eso permita un accionar homogéneo. Para eso, cada sector de la oposición debe apartar sus intereses, callar sus redes sociales y unirse a la lucha. No importa si es Guaidó o cualquier otro que lidera el bloque, porque lo importante es que se trata de Venezuela y eso obliga a que guarden sus calculadoras y pospongan sus ambiciones. Pero además deben manejar con prudencia e inteligencia sus decisiones y acciones, porque un nuevo fracaso sería devastador para el país. Algunos estiman que debe encenderse la calle nuevamente y en un tiempo perentorio llamar a una movilización nacional sin retorno, que tome las principales ciudades y obligue a una acción de los militares institucionales. Otros añaden el elemento de marchar hacia Miraflores, para sitiar al régimen y obligarlo a dimitir. Esas opciones son válidas, pero costosas en vidas humanas porque la violencia estaría presente. Para algunos la vía adecuada es la negociación real, pero con mucha presión interna y externa para que las conversaciones sean genuinas y no otra distracción del chavismo. Sea cual sea la decisión o las decisiones, estas deben ser bien explicadas a la población para que exista un consenso. No puede haber cartas ocultas o doble mensaje. Deben aprovechar el protagonismo que ha retomado la búsqueda de una solución a la crisis venezolana. Esperemos los anuncios para evaluar e inferir cuál es el camino escogido por la oposición y la comunidad internacional.

REACCIÓN. Es prudente evaluar la reacción del oficialismo ante el éxito de la gira de Guaidó y su encuentro con Donald Trump. Ese análisis no debe supeditarse solo a la acción de los colectivos que recibieron con violencia a Guaidó en el aeropuerto y al bloqueo de una movilización opositora hacia Maiquetía. Esos hechos son importantes, aunque no decisivos. Ellos tenían que hacer algo para recibir a Guaidó, porque no podían permitir que lo recibiera una masiva concentración de ciudadanos, pero además tampoco podían detenerlo. Optaron por colocar a sus colectivos, alegando que es el “pueblo” quien rechaza al “traidor” de Guaidó. Eso es pura paja revolucionaria. La verdad es que no contaban con el comportamiento de Trump con Guaidó. Eso los tomó por sorpresa porque terminaron creyéndose sus propias matrices que buscaron demostrar un supuesto malestar de EEUU contra la oposición. Ese encuentro en la Casa Blanca les generó un “frio de sangre” tremendo, porque estaban confiados que el momento de la oposición había pasado y no se lograrían recuperar. Eso los motivó a actuar. El regreso de Zapatero es importante. Más allá que nos guste o no su presencia y lo que dice, Zapatero es una pieza importante en el juego del oficialismo, razón suficiente como para prestar atención a lo que dice. Cuando el ex jefe del gobierno español afirma que Venezuela está cerca de un “diálogo con acuerdo y salida electoral”, es porque el oficialismo decidió acelerar su estrategia para la cual usa a la “Mesita”. ¿Recuerdan la “Tesis Zapatero” que tanto he mencionado? Esa pareciera ser la base de lo que está acelerando el régimen. Buscan llegar a un acuerdo con una parte poco representativa de la oposición, renovar el CNE y convocar a elecciones. ¿Presidenciales? Es posible, porque unos comicios parlamentarios no representan una salida creíble a la crisis. En el oficialismo son de “rosca al revés”, por lo que no podemos descartar que estén construyendo su propia salida “controlada” del poder, para anular la tutela de EEUU, desactivar a la oposición que lidera Guaidó y garantizarse las condiciones para no ser perseguidos y que puedan seguir siendo una opción política. Todo dependerá de lo que hagan con la “Mesita”. Hasta ahora parece que la reacción más importante es esa, la de buscar una solución favorable a sus intereses. Recuerden que ellos hacen política con una mezcla que incluye pensamiento militar, por eso no sería malo para ellos un repliegue táctico que les permita reorganizarse e intentar retornar el poder.

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