Desde el punto de vista económico, la década que concluyó 2010-2019, ha significado la destrucción más grave de la economía venezolana, tanto en sus aspectos reales como monetarios. Como nunca había acontecido, desde el 2014 la economía viene decreciendo cada vez más.
En esta década para H. Hausman se ha producido en Venezuela, “la mayor catástrofe económica que ha visto este hemisferio”. Y para el padre del Socialismo del siglo XXI, H. Dieterich, “La economía va hacia un colapso total”, mientras “Venezuela está a un paso del abismo, va hacia un desenlace trágico”. Para el FMI en la década que concluye en Venezuela se “vive una implosión económica”.
Se ha desencadenado un proceso de estanflación, que solo en los últimos seis años ha disminuido el tamaño de su economía medido a través del PIB real en 62,5 %, y que ha llevado al país desde 2017 a un proceso de hiperinflación, que de acuerdo a expertos internacionales, no tiene precedente en ningún país que la haya sufrido por un período de tiempo tan largo.
Esta grave crisis tiende a agravarse durante el último año de la década, cuando se estima un decrecimiento del PIB de un 25,5 % según la Cepal, mientras la inflación aunque ha disminuido con respecto a 2018, sigue siendo la más alta del mundo.
Venezuela concluye la década entonces, en medio de la crisis económica más grave de su historia contemporánea y ocupando el puesto 140 entre las doscientas economías del mundo, según estudios de organismos internacionales, con una moneda totalmente devaluada que nadie puede utilizar ni acepta.
Concluye la década con una tasa de desempleo de 47,2 % según el FMI, que podría superar el 50 % en 2020, convirtiendo a Venezuela en el país con mayor desempleo en el mundo. Hoy Venezuela solo tiene 25 taladros de petróleo funcionando, cuando en enero de 1998 tenía 110 taladros y producía 3,5 millones de barriles diarios. Actualmente solo produce el 20 % de esa cifra. Al finalizar la década solo quedan aproximadamente 3 mil empresas industriales de las 12 mil 700 que existían en 1999.
El sector agrícola por su parte, solo produce el 18 % de la demanda nacional de los bienes que provienen de él. Por todo ello entonces, culmina una década de destrucción de la economía tanto en sus aspectos reales como monetarios. Experimentamos pues, la mayor “catástrofe económica que ha visto el hemisferio”. Una década con tales resultados, no habíamos vivido nunca en nuestra historia económica. Ojalá que entre 2020-2029 recuperando el Estado de derecho, la República y la democracia, podamos impedir el “colapso” y “desenlace trágico" que amenazan nuestra economía según los teóricos del Socialismo del siglo XXI.
Experimentamos pues, la mayor “catástrofe económica que ha visto el hemisferio”. Una década con tales resultados, no habíamos vivido nunca en nuestra historia económica. Ojalá que entre 2020-2029 recuperando el Estado de derecho, la República y la democracia, podamos impedir el “colapso” y “desenlace trágico" que amenazan nuestra economía según los teóricos del Socialismo del siglo XXI.
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