En vigor desde el 1 de noviembre, el Kremlin justifica la existencia de esta nueva norma para "mejorar la ciberseguridad".
El ministerio de Comunicaciones de Rusia defendió que los usuarios no notarían ningún cambio, pero algunos temen que pueda ser utilizada por el gobierno para silenciar a la disidencia.
Y es que la administración puede apagar las conexiones a internet dentro de Rusia o a la red mundial sin considera que hay una "emergencia".
La nueva normativa establece que el organismo ruso de control de medios de comunicación, Roskomnadzor, ya no necesita una autorización judicial ni contactar a los proveedores de telecomunicaciones para bloquear cualquier contenido de internet que considere sospechoso.
La ley también exige que las empresas proveedoras de servicios de internet instalen equipos de red para ejecutar una "inspección profunda de paquetes" para revisar los datos que se transmiten, identificar fuentes de tráfico y filtrar contenido.
Los críticos temen que el Kremlin esté tratando de crear un "muro de fuego" (firewall) en internet similar al de China, diseñado para bloquear accesos no autorizados.
Ian MacWilliam, analista de la BBC especializado en Rusia, destaca que "potencialmente, el Kremlin puede cortar completamente las conexiones de Rusia a la web mundial".
El país está tratando de enrutar el tráfico web y los datos a través de puntos controlados por el Estado y reducir la dependencia de servidores extranjeros, sobre los que tiene menos control.
Los partidarios de la medida dicen que esta servirán para proteger al sistema de ataques del exterior.
Rusia también está trabajando en el desarrollo de sus propios DNS o directorios de dominios (por ejemplo, ".com", ".net", ".org") y de direcciones de páginas web, que son los que sustentan la internet en el mundo, para que la red en el país pueda operar de manera casi autónoma. Aunque este trabajo no tendrá efecto hasta 2021.
"Aumentar el control"
Análisis de Sarah Reinsford, corresponsal de la BBC en Moscú
La versión oficial dice que esta ley garantizará que Rusia siga funcionando si Occidente "ataca" y desconecta al país de internet.
Es por eso que se llama la ley "internet soberana": para subrayar cómo Rusia puede sobrevivir aisladamente, incluso prosperar, como afirma que lo ha hecho bajo las sanciones occidentales.
La nueva normativa establece que el organismo ruso de control de medios de comunicación, Roskomnadzor, ya no necesita una autorización judicial ni contactar a los proveedores de telecomunicaciones para bloquear cualquier contenido de internet que considere sospechoso. La ley también exige que las empresas proveedoras de servicios de internet instalen equipos de red para ejecutar una "inspección profunda de paquetes" para revisar los datos que se transmiten, identificar fuentes de tráfico y filtrar contenido. Los críticos temen que el Kremlin esté tratando de crear un "muro de fuego" (firewall) en internet similar al de China, diseñado para bloquear accesos no autorizados.
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