El medio español refleja que según un colaborador de la investigación, la operación de camuflaje se realizó mediante "una parada técnica" de los barcos en Puerto Limón (Costa Rica), en donde la estatal venezolana Alunasa, dispone de un terminal y por la cual el dinero habría entrado al sistema financiero y llegado a cuentas en bancos rusos vinculadas a Diosdado Cabello y Tarek el Aissami.
Los cargamentos implicados estarían gestionados por la empresa mexicana El Sardinero Es Servicio, la principal exportadora de alimentos a Venezuela en los últimos años para el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
"La hipótesis de los investigadores era que, dado el carácter de narcoestado de Venezuela, lo normal es que los dirigentes chavistas intentaran resolver la necesidad de alimentos que hay en el país al mismo tiempo que resolvían cómo obtener el pago por parte de los carteles mexicanos de la cocaína colombiana que sale a través de Venezuela", afirma uno de los colaboradores de la investigación.
El diario español señala que a raíz de la alerta de las autoridades estadounidenses, el Banco Nacional de Costa Rica cerró todas las cuentas que pertenecían a Alunasa, empresa especializada en alumninio.
Fuentes de la investigación también precisan que si bien una parte del dinero se dirigió a las cuentas de los mencionados oficialistas, otra parte continuaba hasta Venezuela y estaría destinada posiblemente a las FARC.
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