Yo no soy abstencionista, pero no voy a votar, porque no hay elecciones. Yo siempre he votado, pero esta vez como no hay elecciones, ya que no son elecciones, yo no me voy abstener, sino que haré como si estuviese absteniéndome de ir a votar, porque el CNE no ha convocado a elecciones, sino que ha llamado a unas elecciones que, siendo elecciones no parecen elecciones, porque son unas simples elecciones sin elecciones.
Yo mejor les digo a los simpatizantes y militantes de mi partido, cuando declare a la prensa, que nadie salga a votar, así como les dije que salieran a la calle y nadie salió a la “Gran Protesta Nacional” que convocamos este miércoles, porque simplemente estábamos seguro de que nadie nos iba a acompañar al mismo sitio donde queda la nada.
“Llamamos a Henri Falcón, llamamos al señor Bertucci, ustedes le están haciendo el juego a Nicolás Maduro, este es un momento de definiciones, este es el momento de la patria y no de intereses personales”. Ha dicho el último vocero y primer personalista de la MUD, el mismo quien después de ganar la gobernación del Zulia se la entregó con bombos y platillos a su “odiada” Asamblea Nacional Constituyente.
Así van, murmurando, cavilando y repitiéndose en sus soledades, como el que silva en el cementerio, sus estrategias fallidas, colmadas de irresponsabilidades y agravios para quien no se las comparta. Así van las élites políticas abstencionistas, consciente de saber que tienen las horas contadas para que sus soliloquios lleguen a su triste final y terminen de echarle la ayudaita, tan necesaria que desea y espera su “enemigo” Nicolás.
Quien no vote este domingo porque se haya tragado todas esas consejas de mala fe, pensando que el 21 de mayo, bien tempranito a Maduro, el Grupo de Lima, la OEA y Trump lo sacarán de raíz del poder, simplemente está votando porque la plasta que nos gobierna se quede por 6 años más.
Ya no hay tiempo para seguir insistiendo en el error, no le paren a quienes convoquen a la abstención abierta o soterrada. Salgamos a votar y punto. Que nadie se quede en la casa. Ya el tiempo se agotó y solo quedan los dos minutos que te da la maquinita para revocarlo, ajustar cuentas y cobrárselas toditas a quien arruinó al país en tan solo 6 años.
Ese mastodonte ensangrentado con las heridas mortales de nuestros jóvenes caídos en los días de la protesta, el domingo las comenzará a pagar una por una. En tan solo 120 segundos, a ese monigote bailarín, culpable de que no tengamos ni comida ni salud se la cobraremos completicas. Ese esbirro que mantiene tantos inocentes tras las rejas y que está a punto de cometer una masacre en el Helicoide, sabe que, si salimos a votar, el preso será él y sus secuaces.
Los abstencionistas lo saben, Maduro también lo sabe. Saben que nuestro bravo pueblo, este domingo 20 de mayo, saldrá con su silencio ensordecedor y le dirá al mundo: Vinimos a votar por Henri Falcon, porque ese ¡SE VA!
Ese mastodonte ensangrentado con las heridas mortales de nuestros jóvenes caídos en los días de la protesta, el domingo las comenzará a pagar una por una. En tan solo 120 segundos, a ese monigote bailarín, culpable de que no tengamos ni comida ni salud se la cobraremos completicas. Ese esbirro que mantiene tantos inocentes tras las rejas y que está a punto de cometer una masacre en el Helicoide, sabe que, si salimos a votar, el preso será él y sus secuaces.
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