Los demócratas debemos estar de júbilo. El régimen recibió tres estocadas, cada una de ellas mortal: 1- La elevada abstención. 2- El bajo número de votos que tuvo que asignarle el CNE a Maduro y 3- El pronunciamiento de Henry Falcón desconociendo el proceso electoral.
La cifra de un 54 % de abstención decretada por el CNE fue muy alta y, desde luego, la abstención real evidenciada por fotos, videos y testigos en centros electorales fue muchísimo mayor, lo cual descalificó aún más el proceso. El CNE le asignó a Maduro apenas 5.823.728 de votos, apenas un 29 % de padrón electoral. La declaración del candidato Henry Falcón de no reconocer la elección por carecer de legitimidad, debido a las grandes irregularidades derivadas del incumplimiento de lo acordado, fue tan dañina al régimen como la abstención.
Fuimos partidarios de no acudir a las urnas por estar seguros de que el régimen totalitario utilizaría todos los medios ilegales posibles para imponer su voluntad y porque los demócratas contábamos con la posición de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y 14 países latinoaméricanos de no reconocer un proceso electoral fraudulento. Falcón debió respetar la decisión del resto de los partidos de oposición de no presentar candidatos. Por ello, fue objeto de críticas bien fundadas, pero también de acusaciones no sustentadas. Muchos votaron de buena fe pensando que era la única opción, considerando que el resto de la oposición no había realizado una buena tarea. Sin embargo, su correcta declaración denunciando los vicios del proceso lo reivindica. Aunque seguramente esas dos decisiones fueron motivadas para proyectar su imagen, lo importante es que le hizo un gran daño al régimen. Ahora debe subordinar sus legítimas aspiraciones al interés colectivo.
Corresponde a la dirigencia opositora lograr acuerdos para darle la puntilla al narco régimen que resultó herido de muerte. Muchos errores se han cometido en estos últimos años. Sin duda los demócratas exigimos que de ahora en adelante se logren acuerdos que permitan despertar las esperanzas de ciudadanos que sufren las consecuencias de una dictadura nefasta. Los dirigentes de oposición, citados en orden alfabético, Borges, Capriles, Falcón, Ledezma, López, Machado, Ramos y Rosales deben presentarle al país un acuerdo político y unos lineamientos a seguir por un futuro gobierno. Quienes ejerciendo su derecho a opinar disparan dardos venenosos en contra de estos dirigentes deben reconocer que no eran ciertas las acusaciones de colaboracionismo con el régimen, sino diferentes puntos de vista con los cuales se puede o no estar de acuerdo, pero que son respetables.
El candidato Bertucci dejó en suspenso su pronunciamiento, sobre si reconoce o no la validez de la elección, hasta determinar si las irregularidades que existieron afectarían los resultados. Pareciera que no le interesa entender que el problema no son los números, sino cómo llegó el CNE a los mismos y la ilegitimidad del proceso y del candidato oficial.
El reciente domingo Maduro fue derrotado y debemos celebrar. El CNE y el Alto Mando Militar dieron una demostración de sumisión y de deshonestidad intelectual. El general Padrino López no pasa de ser un pobre centurión al servicio del régimen. Afirmar que se ejerció la libertad de elegir y que se garantizó el derecho de los ciudadanos es una gran mentira ¿Cuándo tendremos una elección como en Costa Rica? ¿Cuándo dejaremos de ver más de una docena de generales en traje de campaña avalando un proceso irregular? Esto lo podremos lograr el día que los venezolanos tomemos mayor conciencia cívica y unidos exijamos el cumplimiento de la Constitución y las leyes.
Como (había) en botica: A Maduro lo sostienen tres generales: Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa que permite que Valentín Santana, el conocido delincuente paramilitar del régimen, esté rueda libre y se abrace públicamente con el coronel Lugo quien fue denunciado por agredir a periodistas y a diputados. Padrino todavía sostiene que “Marx está más vigente que nunca”. Gustavo González López, que permite torturas en el Sebin y mantiene detenidos a menores de edad y a ciudadanos que tienen boleta de excarcelación. Néstor Reverol, ministro del Interior, sancionado por países democráticos.
Dos buenas noticias sobre éxitos de jóvenes venezolanas en el exterior: Carmen Virginia Piña Arapé, abogada graduada en el Zulia e hija de compañeros de Gente del Petróleo, finalizó una maestría en Texas y aprobó su incorporación al gremio de abogados norteamericanos. Marilia Arriaga, estudiante de bachillerato en Halifax, Canadá, recibió Premio de Ciudadanía del Ayuntamiento por su dedicación y compromiso para mejorar la calidad de vida en su comunidad.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
http://www.digaloahidigital.com/
La cifra de un 54 % de abstención decretada por el CNE fue muy alta y, desde luego, la abstención real evidenciada por fotos, videos y testigos en centros electorales fue muchísimo mayor, lo cual descalificó aún más el proceso. El CNE le asignó a Maduro apenas 5.823.728 de votos, apenas un 29 % de padrón electoral. La declaración del candidato Henry Falcón de no reconocer la elección por carecer de legitimidad, debido a las grandes irregularidades derivadas del incumplimiento de lo acordado, fue tan dañina al régimen como la abstención.
Fuimos partidarios de no acudir a las urnas por estar seguros de que el régimen totalitario utilizaría todos los medios ilegales posibles para imponer su voluntad y porque los demócratas contábamos con la posición de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y 14 países latinoaméricanos de no reconocer un proceso electoral fraudulento. Falcón debió respetar la decisión del resto de los partidos de oposición de no presentar candidatos. Por ello, fue objeto de críticas bien fundadas, pero también de acusaciones no sustentadas. Muchos votaron de buena fe pensando que era la única opción, considerando que el resto de la oposición no había realizado una buena tarea. Sin embargo, su correcta declaración denunciando los vicios del proceso lo reivindica. Aunque seguramente esas dos decisiones fueron motivadas para proyectar su imagen, lo importante es que le hizo un gran daño al régimen. Ahora debe subordinar sus legítimas aspiraciones al interés colectivo.
Corresponde a la dirigencia opositora lograr acuerdos para darle la puntilla al narco régimen que resultó herido de muerte. Muchos errores se han cometido en estos últimos años. Sin duda los demócratas exigimos que de ahora en adelante se logren acuerdos que permitan despertar las esperanzas de ciudadanos que sufren las consecuencias de una dictadura nefasta. Los dirigentes de oposición, citados en orden alfabético, Borges, Capriles, Falcón, Ledezma, López, Machado, Ramos y Rosales deben presentarle al país un acuerdo político y unos lineamientos a seguir por un futuro gobierno. Quienes ejerciendo su derecho a opinar disparan dardos venenosos en contra de estos dirigentes deben reconocer que no eran ciertas las acusaciones de colaboracionismo con el régimen, sino diferentes puntos de vista con los cuales se puede o no estar de acuerdo, pero que son respetables.
El candidato Bertucci dejó en suspenso su pronunciamiento, sobre si reconoce o no la validez de la elección, hasta determinar si las irregularidades que existieron afectarían los resultados. Pareciera que no le interesa entender que el problema no son los números, sino cómo llegó el CNE a los mismos y la ilegitimidad del proceso y del candidato oficial.
El reciente domingo Maduro fue derrotado y debemos celebrar. El CNE y el Alto Mando Militar dieron una demostración de sumisión y de deshonestidad intelectual. El general Padrino López no pasa de ser un pobre centurión al servicio del régimen. Afirmar que se ejerció la libertad de elegir y que se garantizó el derecho de los ciudadanos es una gran mentira ¿Cuándo tendremos una elección como en Costa Rica? ¿Cuándo dejaremos de ver más de una docena de generales en traje de campaña avalando un proceso irregular? Esto lo podremos lograr el día que los venezolanos tomemos mayor conciencia cívica y unidos exijamos el cumplimiento de la Constitución y las leyes.
Como (había) en botica: A Maduro lo sostienen tres generales: Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa que permite que Valentín Santana, el conocido delincuente paramilitar del régimen, esté rueda libre y se abrace públicamente con el coronel Lugo quien fue denunciado por agredir a periodistas y a diputados. Padrino todavía sostiene que “Marx está más vigente que nunca”. Gustavo González López, que permite torturas en el Sebin y mantiene detenidos a menores de edad y a ciudadanos que tienen boleta de excarcelación. Néstor Reverol, ministro del Interior, sancionado por países democráticos.
Dos buenas noticias sobre éxitos de jóvenes venezolanas en el exterior: Carmen Virginia Piña Arapé, abogada graduada en el Zulia e hija de compañeros de Gente del Petróleo, finalizó una maestría en Texas y aprobó su incorporación al gremio de abogados norteamericanos. Marilia Arriaga, estudiante de bachillerato en Halifax, Canadá, recibió Premio de Ciudadanía del Ayuntamiento por su dedicación y compromiso para mejorar la calidad de vida en su comunidad.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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El reciente domingo Maduro fue derrotado y debemos celebrar. El CNE y el Alto Mando Militar dieron una demostración de sumisión y de deshonestidad intelectual. El general Padrino López no pasa de ser un pobre centurión al servicio del régimen. Afirmar que se ejerció la libertad de elegir y que se garantizó el derecho de los ciudadanos es una gran mentira
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