La cifra representa el 41,6% de la meta que los integrantes del punto rojo se plantearon registrar a lo largo de las votaciones. Fue el registro máximo hasta las 2:00 de la tarde que Correo del Caroní corroboró en un recorrido en el que los centros de votación estuvieron desiertos, pese a las alabanzas de participación masiva celebradas por dirigentes regionales y nacionales. Los números en los puntos rojos corroboraban -hasta el mediodía- la baja participación, incluso, de oficialistas censados con el carnet de la patria.
“La gente está votando en contra del gobierno porque un gobierno militar no ha funcionado en ninguna parte. La gente agarra lo que venga, pero seguir apoyando, nada que ver”, dijo un habitante de la comunidad, que prefirió mantener su nombre en reserva.
En el barrio Renny Ottolina, quienes se resguardaban bajo el punto rojo, abogaban por la reelección de Maduro pese a la infinidad de problemas que se evidencian en la falta de asfaltado; en la ausencia de agua que los ha tenido durante cuatro días cavando un hueco para incorporar la tubería donada para habilitar el servicio; 34 casos de desnutrición; 19 discapacitados a la espera de sillas de ruedas y 69 personas en espera de medicamentos por la vía del 0800-SALUD.
Justo al lado del toldo, un hombre en estado de ebriedad lanzaba insultos y se quejaba de los múltiples problemas que atraviesa la población. “Van a tener que mudar el punto”, decía su hijo a los oficialistas.
Bajo escaneo en puntos rojos
Pero en el resto de los puntos rojos visitados, algunos a menos de 200 metros del centro y violando las normas establecidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el registro de oficialistas era menor.
En la Fundación La Salle, en San Félix, habían registrado 304 votantes hasta la 11:21 de la mañana, el equivalente a 21,7% de la meta de 1.400 electores. La meta es menor a la población electoral, de 2.600 en el caso de la institución, pues solo contempla a los carnetizados y sabidos simpatizantes del oficialismo.
En el colegio Wenceslao Monserratte, en el sector Castillito, el registro alcanzaba a 221 votantes, es decir, 29,4% de la meta de 750 electores en un centro dispuesto para 2.372 ciudadanos.
En el colegio Fe y Alegría, en la urbanización Mendoza, registraron hasta la 1:30 de la tarde a 278 personas con carnet de la patria. La cifra equivale a 39,7% de la meta de 700 electores de una población electoral de 4.218 ciudadanos. El centro educativo, atiborrado en elecciones anteriores, estaba totalmente vacío.
El carnet de la patria ha sido utilizado como mecanismo de chantaje político
Ana Carella, encargada de la Unidad de Batalla Bolívar-Chávez (UBch) en las cercanías de la Fundación La Salle, sostuvo que los revolucionarios tienen por tradición votar desde el mediodía en adelante, pero “en esta ocasión salieron desde las 3:00 de la mañana, a esa hora había bastante cola”. La dirigente comunal resaltó que tuvieron a disposición el apoyo de la Gobernación de Bolívar, Federación de Transporte, empresas básicas e, incluso, del ex alcalde José Ramón López, con arresto domiciliario en Ciudad Guayana desde 2017.
“La gente ha salido masivamente, de manera voluntaria”, dijo.
En el punto rojo del colegio Bachiller Felipe Hernández, la dirigente comunal Deyanira Torres coincidió en que la afluencia de electores fue masiva, “es similar a procesos anteriores. Y quienes tienen el carnet de la patria vienen directamente a registrarse en libertad”. No detallaron el porqué de la distancia entre el número de registrados y la meta.
“La gente está votando en contra del gobierno porque un gobierno militar no ha funcionado en ninguna parte. La gente agarra lo que venga, pero seguir apoyando, nada que ver”, dijo un habitante de la comunidad, que prefirió mantener su nombre en reserva.
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