De verdad, aunque no es necesario decirlo, tengo simpatías por algunos animales. En casa de mi hija hay dos gatos (Eduardo, conocido como Dodo Arenas y Liber Arenas) y rondan la casa otros cuatro a los que le tengo cariño y en mi casa tengo un perro al que cuido como si fuera un hijo.
Ojo, pero no soy ni ecólatra y tampoco promulgo una zoología moral y tengo claro muy claro que los derechos humanos son un constructo básicamente humano y que el llamado derecho de los animales, también es un constructo humanamente producido, a veces ridículamente establecido como es el libro de Desmond Morris “El contrato animal”.
Toda esta introducción viene al caso porque recientemente fue divulgado un video donde dos jóvenes jugadores de futbol del equipo local martirizaban a un pobre gato. Despreciable, obviamente, no merecen otro calificativo.
El equipo en un comunicado hizo saber a la colectividad que los jóvenes jugadores fueron expulsados del equipo, mas tarde uno de los abusadores nos hizo saber de su arrepentimiento mediante un comunicado público y por supuesto todas las organizaciones de protección de los animales se encargaron de fusilar a los jóvenes sobre quienes se han volcado los epítetos mas jodidos que hemos podido leer en los últimos tiempos aduciendo una violación de “lesa animalidad” (¿?) por la violación del derechos de los animales.
Casi al mismo tiempo, con la diferencia de pocos días, se produjo en una comandancia de policía del estado Carabobo un hecho atroz: 68 muertos o más, según testigos de semejante tragedia. La encargada de los asuntos penitenciarios le vimos su cara tres días después de la catástrofe para decirnos que las denuncias de Panamá, sobre cuentas congeladas y acusaciones de blanqueo de capitales estaban dirigidos a la oposición que son los que tiene bienes en ese país y sobre los 68 muertos de la comandancia nos dijo que eso no era asunto del despacho que dirige. Pero no se sorprendan, el fiscal Tarek W. Saab se pronuncio a los tres días primero mediante un tuit y luego a través de un escueto comunicado para informarnos que los responsables, 5 funcionarios, serán castigados severamente. Hasta allí y el asunto olvidado.
Pero así como, el Fiscal General, ha sido escueto en su posición con respecto a la tragedia del comando de policía ha sido diligente y ampuloso en el comunicado donde acuso a los jugadores de haber maltratado a un gato y, además, de prometerles cárcel y un severo castigo por abuso contra los animales.
Ahora, no solo para el gobierno que como siempre escurre el bulto y desplaza su responsabilidad hacia terceros, sino que también aquellos que se desgarran sus ropas por el gato maltratado hacen un silencio increíble por la violación de los derechos de los humanos que fueron incinerados en la comandancia.
Ya el asunto de los muertos de la policía han sido olvidados mediáticamente, totalmente invisibilizado, pero por allí leí una nota donde llaman a buscar al gato maltratado para ver como sigue después que estos sádicos los maltrataron y ¡ay! si el animalito ha muerto.
Les parecerá odioso lo que leerán a continuación, especialmente para los voceros de la “zoología moral” pero los únicos derechos que existen son los derechos humanos, esa es una de los grandes aportes de la lucha de los hombres en toda su historia.
Claro no significa que vamos a ir por la vida cayéndole a patadas a cuanto animal veamos por la calle o agarrarle por el rabo y estrellarlos contra la pared, tales actos de impiedad son horrorosos y merecen repudio, pero carajo, creo que los derechos que en este momento debemos privilegiar son los nuestros, los derechos humanos que son violados cotidianamente, desde negarnos la asistencia médica, abastecernos de los productos básicos de la dieta, producir la diáspora más intensa y terrible en la historia latinoamericana, el hacinamiento en las cárceles, presos políticos, la corrupción, etc. Coooño, y dejemos que estos jugadores hagan su mea culpa y que esa vaina no la vuelvan a hacer.
@RojasyArenas
http://verdadesyrumores.com/
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