Cumbre a la carta En medio del creciente aislamiento diplomático al que está sometido al régimen de Nicolás Maduro y ante la imposibilidad de convocar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Presidente ha optado por organizar su propia cumbre. “El mundo entero está invitado a la jornada de solidaridad y apoyo a Venezuela, a la paz, a la soberanía”, dijo Maduro en un video difundido en Twitter en una reunión preparatoria. El encuentro se realizaría entre el 16 y el 17 de septiembre. En este momento se está en fase de cabildeo para ver con qué gobiernos puede contar. Maduro intentó la convocatoria a la Celac en forma infructuosa, porque las decisiones son tomadas por unanimidad y hoy son más las naciones que lo adversan. En vista de ello, la Casa Amarilla ha estado haciendo algunos contactos con naciones aliadas para que vengan al tinglado. El 14 de agosto pasado, en una reunión en la que Maduro recibió las credenciales de los embajadores de España, Francia, Japón, Siria, Vietnam y Guatemala, les dijo: “Yo he ratificado ustedes como embajadores, mi solicitud a todos los gobiernos que ustedes representan, la solicitud que he hecho de una cumbre presidencial de puertas cerradas, para atender el tema de la paz en Venezuela y ahora para atender el tema de la amenaza de la invasión militar por parte del Gobierno del Sr. Donald Trump contra Venezuela”. Lo que se espera es la tradicional presencia de los países del ALBA, algunas islas del Caribe y posiblemente enviados de algunas naciones de África, así como China, Rusia y Belarús. La ausencia de otras naciones podría ser compensada por representantes de movimientos de izquierda. Una cita que sería costosísima, en medio de la tragedia humanitaria que atraviesa el país, todo por sacarse la foto que mitigue la imagen de aislamiento.
Entre Moreno y Correa En ese encuentro de “solidaridad mundial” con la dictadura venezolana, le llegará el tiempo de definición a la diplomacia ecuatoriana. La canciller de ese país María Fernanda Espinosa estuvo en Caracas para la reunión del ALBA del 8 de agosto pasado, que se usó para contrarrestar el efecto mediático de la cita en Perú en la que surgió la Declaración de Lima, en la que 17 gobiernos del continente se comprometieron a trabajar unidos por el restablecimiento de la democracia en Venezuela. Sin embargo, la diplomacia ecuatoriana prefirió acompañar a los aliados de Venezuela, que emitieron un comunicado en el que enaltecían la elección de la Asamblea Nacional Constituyente. Pero días después, el 14 de agosto, en su programa “El Gobierno Informa”, el presidente del Ecuador, Lenín Moreno, dio unas inéditas declaraciones. Calificó de “preocupante la situación por la que atraviesa nuestra querida hermana República Bolivariana de Venezuela” y dijo: “Por encima de todo derecho, por encima de cualquier postura ideológica o política, la vida es sagrada e intocable, la muerte de seres humanos es un hecho que debemos lamentar y rechazar enérgicamente”. Añadió que “No deja de preocuparnos también la cantidad de presos políticos. La democracia es aquella en la que los problemas se solucionan con el diálogo entre todos los actores” y remató: “Recordar que el mejor mecanismo para ello es la democracia directa, que para los mandatarios debería ser la última palabra. Expresamos nuestro respeto a la autodeterminación de los pueblos y a la no injerencia. Nuestra profunda solidaridad con el pueblo venezolano, nuestro más hondo deseo de que pronto alcancen la paz, y que no se derrame una gota más de sangre”. La aceptación de presos políticos por parte de Moreno es un quiebre con la línea diplomática que venía desde Rafael Correa, con quien el Presidente se ha distanciado. Queda esperar a ver si enviará algún representante a la cita en Venezuela o confirmará el distanciamiento.
Francia se decanta El Gobierno de Francia venía manteniendo una posición cautelosa respecto a Venezuela. El presidente francés Emmanuel Macron envió una carta el 5 de julio pasado al presidente Nicolás Maduro, en la que le señaló: “Estamos disponibles para facilitar las negociaciones por la vía del diálogo” y el embajador francés en Caracas, Romain Nadal, en una entrevista para Le Republicain Lorraine, declaró: “He multiplicado los contactos a todos los niveles para decir una sola cosa: Francia está disponible para facilitar las negociaciones entre la oposición y la Presidencia de Maduro”. Pero este martes 29 de agosto Macron fue por primera vez contundente respecto al régimen de Maduro: “Nuestros ciudadanos no entienden cómo algunas personas han podido ser tan complacientes con el régimen que se está instaurando en Venezuela. Una dictadura intenta perpetuarse a un precio humanitario sin precedentes”, dijo y agregó “Deseo reflexionar con los gobiernos de América Latina y Europa sobre la manera de evitar nuevas escaladas, incluyendo regionales”.
Paciencia china La portavoz de la Cancillería de China, Hua Chunying, respondió a una pregunta sobre las sanciones a Venezuela por parte de los EEUU, durante una rueda de prensa realizada este 28 de agosto. “Tomamos nota de la información pertinente. China siempre aboga por el respeto a la soberanía e independencia de los demás Estados y sigue el principio de no interferencia en los asuntos internos de otros países. Los problemas surgidos actualmente en Venezuela deben ser solucionados por el Gobierno y el pueblo venezolano. Las experiencias históricas demuestran que la interferencia exterior o la sanción unilateral podrían complicar más la situación y no ayudarán a la solución real del problema”. Al ser consultada si había funcionarios venezolanos en China buscando apoyo económico respondió: “No conozco muy bien los detalles de lo que has mencionado”.
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