Pensaba consagrar esta columna a las interesantes implicaciones de la prueba electoral ecuatoriana del domingo, pero Maduro no deja que lo perdamos de vista. Su vicepresidente ejecutivo, el señor Tarek El Aissami, es noticia de página amarilla. Acusado por el Departamento del Tesoro de EEUU de ser presuntamente un “narcotraficante especialmente designado”, con el visto bueno de los dos partidos del Congreso, no se ve pero puede imaginarse cuáles serían los pasos siguientes. El silencioso desconcierto del gobierno venezolano hace ver que por alguna razón parece carecer de respuestas apropiadas.
En un país hundido hasta las orejas en una crisis que no deja de profundizarse, manchado de corrupción y violaciones a los DDHH, y bajo creciente sospecha hemisférica, el empeoramiento de la relación venezolano-estadounidense debido a la gravedad del presunto delito, ha de tener implicaciones severas. De confirmarse esta acusación, se redoblaría la urgencia de un cambio ordenado por el pueblo elector, tan impostergable como indefendible el gobierno de Maduro.
Se desagua el sistema Maduro-El Aissami. Es un desierto sin presente ni futuro. A la par de las consultas profesionales, se eleva a alturas de vértigo el rechazo material de los venezolanos a la presidencia de Maduro, sin esperanza de revertirse debido al imparable desplome económico y a la tragedia social. Se percibe también un acelerado retroceso en la valoración latinoamericana de su desempeño. La muy reconocida “IpsosPublicAffairs” ofrece datos escalofriantes sobre el rechazo que le prodiga Latinoamérica. Está colocado en el peor lugar en relación con todos los presidentes de la Región. Su imagen positiva es de 6%, la más baja de todas, frente al muy bajo 12% del año anterior. Malo y en declive. ¿Y la Negativa? ¡¡91%!!, con mucho la más grave. Los presidentes más acreditados, son: Santos, 74% (ayudado por su bien recibida negociación de paz), Tabaré 70%, Macri 64% y Kucynski (PPK) 66%.
El desesperado intento de sabotear la consulta electoral, cualquiera de ellas, no ha hecho sino empeorar la situación del Poder. En el país y el mundo, se reclama lo mismo: elecciones inmediatas, libertad de presos políticos y el rosario de reclamos democráticos y sociales de la agenda ineludible.
Es un suicidio escaparse por la tangente represiva, que se alimenta de sí misma, o preferir la bayoneta al voto, o descansar en la creencia de que los desacuerdos en la MUD retardarán lo que está escrito en el Libro del Tiempo. Creo que incluso los detractores de la MUD terminarán aceptando la procedencia de sumar y multiplicar y no restar y dividir. Válido igualmente para el enorme potencial disidente en el gobierno, con fuerte inclinación a cambiar la desastrosa situación en la que el régimen nos hunde.
Deberían considerarlo, señores del Poder. No lo hacen angustiados por el deterioro generalizado, incluso del cimiento político que los ha soportado. De eso se ha especulado con pertinencia, pero ahora hechos tangibles nos muestran el rostro.Créanme señores: el poder desaparece bajo sus zapatos. Es auspiciosa la expansión de la disidencia en el Psuv y el Gran Polo Patriótico (GPP), que los han sostenido con más desinterés del que merecen. La confluencia de corrientes plurales en el incierto panorama venezolano ensanchará el potencial del cambio pacífico, democrático, constitucional y electoral, sin que nadie tenga que arriar sus banderas. Un cambio así favorece a todos. Ustedes, señores del poder, serán despedidos, pero conservarán sus derechos, y permanecerían en el juego democrático. Parece mejor que el destino de la turbamulta.
Al ilegalizar a los partidos GPP y MUD, y sabotear las elecciones, ustedes, gestores de la crisis que nos abruma, proporcionan más alma y sangre a la confluencia nacional que nos permitirá avanzar hacia la construcción de un gran país, modelo de desarrollo, de convivencia pacífica, sin drogas ni tortura, y de alta probidad moral.
http://www.talcualdigital.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario