Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 25 de febrero de 2017

Entre el Desacato y la Desobediencia Civil, LUIS PEDRO ESPAÑA


La semana pasada ocurrió algo de extraordinaria significación y que podría servir para orientar parte de las acciones de lo que comúnmente llaman la desobediencia civil. El movimiento estudiantil de la Universidad Central de Venezuela, desconociendo la normativa hiper-estatista que convirtió al Consejo Nacional Electoral en el único organismo que puede administrar procesos electorales en el país, hizo sus elecciones a pesar de la negativa o prohibición del órgano rector.

El argumento del porqué de la prohibición realmente no interesa. Todos sabemos cuál fue la motivación, se trata de impedir cualquier elección que se tenga la seguridad, o incluso la presunción, de que no podrá ser ganada por plancha o formula del gobierno.

Los muchachos hicieron sus elecciones, demostrando que la democracia y el derecho al voto no depende de los caprichos e intereses de los poderes subalternos del Ejecutivo. Finalmente, los centros de estudiantes y la representación estudiantil en poco dependen de los recursos gubernamentales y su vocación contestataria da para semejante desplante.

El próximo paso lógico dentro de esta resistencia a no perder el derecho al voto, sería la celebración de elecciones de autoridades en todas las instancias en todas las universidades nacionales. Seguramente a muchos colegas les debe haber pasado por la cabeza la tentación de seguir el ejemplo de los muchachos, pero sabemos que aún hay mucho docente y no menos autoridades que creen que una acción como esa pone en peligro a la universidad.

Propiamente no soy de ese parecer. Cada vez menos hay razones económicas (personales o institucionales) que defender dentro de las universidades y, si me apuran, en muchos otros ámbitos de la realidad del país controlada por el Estado. Tenemos unas organizaciones rectoras (CNU, Ministerios y oficinas de planificación) que han arrinconado y asfixiado a la universidad a tal punto que probablemente no sea mucho lo que haya que defender. Por otra parte, la crisis universitaria es tan fuerte y tan directamente responsable de esas instancias oficiales, que de no importa que reglamento o padrón electoral se utilice para celebrar elecciones en nuestras universidades, de seguro el gobierno las perdería aún en un contexto de oposición dividida.

Sería un hermoso ejemplo de ciudadanía, una demostración de la que la democracia tiene vida propia, más allá de la burocracia del Estado y sus procedimientos, que inspiraría y podría ser seguido por los venezolanos en otros ámbitos distintos al universitario o gremial. Sería una invitación para atrevernos a señalar al Estado en desacato frente a los intereses de la sociedad.

Pero seguramente, ojalá me equivoque, ello no va a ocurrir.

Nos falta mucho fuelle y valor, quizás mucho más por sufrir, para que lo que llaman la cultura democrática, de la que nos ufanamos sin que tengamos pruebas recientes, desborde las mamparas institucionales de un Estado que ya se declaró antidemocrático, y así activar una resistencia civil transformadora.

http://www.talcualdigital.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario