Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 16 de febrero de 2017

Alí. La lucha continúa, Por Douglas Zabala

“Siempre que triunfa la vida pierde espacio la amargura”   Ali Primera 
Andábamos chorreaos de sudor y embarrados de gasolina hasta los codos; el Rector de siempre, el gran Rector Jesús María Bianco, se dirige a los que están en Ingeniería, Farmacia, Economía, Letras y a los muchachos que de la Técnica Luís Caballero Mejías, fuimos a oponernos a la agresión que se le hacía a la UCV.  Es 30 de octubre del 69, comienza a caer la noche y también los tanques, tanquetas y toda la bota militar sobre el Jardín Botánico, los pasillos y salones de la Alma Mater. Ya Alí andaba ronco de tanto cantar y gritar ¡U! ¡UU! ¡UU!  ¡UCV!

Habían llegado militantes de todas partes del país, era su prueba de fuego en la línea electoral, la nueva fuerza comunista estaba haciendo gala de su lema de campaña: “Imaginación contra dinero”. Un José Vicente te recibía de cuerpo entero con aquel afiche del otro José, el medico José Gregorio Hernández. El Nuevo Circo de Caracas estaba hasta las banderillas, nosotros, la ultra izquierda, la misma de aquella militancia bien vivida, nos habíamos parapetados cerca de la tarima para gritar ¡FLN! ¡FALN!  Es el año 1973, antes de comenzar el mitin, Alí canta, le levanta la mano al candidato del MAS y habla de la unidad de la izquierda con su himno unitario, “Dispersos”

Veníamos de la última discusión política y del divorcio dramático con los camaradas de Douglas Bravo y nuestro PRV. Salimos comisionados, el Cabito y el otro Alí, el Alí Rodríguez que hoy conocemos, hablamos de unidad, de su Comité por la Unidad Popular, aceptamos su sueño unitario, y a partir de ese momento, los CUP y la Tendencia Revolucionaria, al PASO de Tirso Pinto, volvimos a marchar, cantar y gritar consignas a favor del ahora nuestro candidato José Vicente. Es el año 1983, nosotros militando y Alí cantado, hablando y luchando.

Un día, de esos que no se olvidan, me hablaron de tu trasnocho y tu guitarra rota, y pensé en tu canto: ¡los que mueren por la vida no pueden llamarse muerto!

Hoy seguimos en esta militancia intensa por los tuyos y por la vida, siempre recordándote, porque hoy quienes nos gobiernan, mancillan tu nombre y tu canto libertario de siempre: ¡Vamos gente de mi tierra que llevas a cuesta una gran decepción!  ¡Vamos gente de mi tierra Luchemos, luchemos por un mundo mejor!

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