Cuando Estados Unidos invade Vietnam se desarrolla un movimiento mundial por la paz, por el cese de la agresión norteamericana y la parte de Ho Chi Ming y Nguyen Giap, el Ministro de la defensa, puso de moda la tesis de las diversas formas de lucha: ello se materializará en una combinación de la lucha guerrillera, de los los movimientos de masas, de la diplomacia que tenía su máxima expresión en las conversaciones de París entre el gobierno norteamericano y el norvietnamita, al mismo tiempo que continuaban los bombardeos contra el heroico pueblo de ese país.
Esta idea la utilizamos en la década de los 60 cuando optamos la equivocada línea insurreccional pero al mismo tiempo estábamos en el Congreso Nacional, en organizaciones populares, en el trabajo entre los militares que condujeron a ese error de los levantamientos de Carúpano y Puerto Cabello.
Una lección de perogrullo es que toda guerra termina con la paz. Hasta la guerra de los cien años tuvo un final, y contemporáneamente tenemos numerosos casos, entre ellos la paz en Centroamérica, y en días recientes el proceso de cese de la guerra que por más de 50 años se libra en Colombia.
La situación actual del país es de gran profundidad,es una crisis provocada por el chavismo y ahondada por el madurismo-cabellismo. Como lo han dicho destacados representantes de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Monseñor Diego Padrón (su presidente) y los Cardenales Urosa y Baltazar Porras, la iglesia ha unificado criterios en cuanto a este tema, incluyendo al obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, que como se sabe tenía buenas relaciones con Chávez.
La situación es demasiado compleja, intervienen numerosos factores e intereses políticos, económicos, sociales, todos inmersos en evitar la violencia y en sustituir constitucionalmente a través de un Referendum al aprendiz de dictador Maduro, a su régimen, a su modelo económico.
Nos parece correcto la forma como actúa la MUD moviendo piezas en varios tableros, pero todos con el mismo objetivo: revocatorio, libertad de los presos, cambio de modelo económico. En una palabras hacer cumplir las tantas veces violada Contitución. Después de una dictadura como la presente, y de acuerdo con la fuerza de la disidencia que alcanza cotas de 90%, tendría que venir una apertura hacia la democracia y la República Civil.
Debemos aclarar que hoy, en esa diversidad de formas de lucha está excluida, hasta por el propio Fidel y representantes del foro de San Pablo, la lucha guerrillera. Pero está el camino de la rebelión civil para darle vigencia plena a la Constitución, restablecer las instituciones y la separación de poderes y enfrentar el desabastecimiento, le escasez e inseguridad que atormentan como una pesadilla a la mayoría de familias venezolanas. No habrá superación a esta crisis sin que nazca la libertad. ¡Sí se puede!
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