“Enojarse, enfurecer”, dice de la palabra “encabronar” uno de los diccionarios consultados. La palabra la usó el señor Maduro en su discurso ante la Cumbre de las Américas para tratar de justificar el actuar con impunidad en los atropellos de su gobierno a los derechos humanos, incluyendo los derechos sociales, los atropellos al bienestar social, económico y a la seguridad ciudadana, así como a las graves y crecientes restricciones a derechos constitucionales fundamentales como la libertad de prensa, de expresión y el derecho del ciudadano a tener instituciones (Fiscalía, Poder Judicial, Parlamento plural) que sean independientes del gobierno y a los cuales el pueblo pueda acudir para protegerse de los atropellos y violaciones constantes a la Constitución.
¿Por qué digo que Maduro quiso justificar esos atropellos y la impunidad para cometerlos sin que nadie -ni los tratados de DD HH suscritos por Venezuela- puedan interferir y reclamar? Ya lo explico dos párrafos más abajo, pero ahora quiero dejar constancia que encabronados, molestos, arr... estamos los venezolanos, incluyendo a bastante más de la mitad de quienes siempre votaron por Chávez, con el desastre de la “revolución”, el pésimo gobierno de Maduro, la ruina de la economía, el “modelo estatista salvaje” que destrozó “lo productivo venezolano” y nos hizo más dependientes que nunca de lo importado de otros países y principalmente de los EE UU. Nunca tuvimos menos soberanía alimentaria y menos “patria productiva” que la tragedia de “estos tiempos de robo-lución”. Dependemos de importar lo que siempre produjimos con suficiencia: café, leche, carne (ver TIP 1), azúcar, papel, cemento, acero, aluminio y pare usted de contar.
Estamos encabronados con Maduro y los jerarcas rojos rojitos que nos tienen sufriendo una terrible escasez de casi todo -ahora también la carne- y sufriendo las infamantes colas para casi todo. Arruinaron todo lo que estatizaron. Y encima inventan falsas “guerras económicas” para no asumir con valentía sus culpas. Encabronados estamos con su farsa. Se llenan la boca con “patria, revolución, socialismo” y adoptan falsas poses de “pueblo” pero cada vez son peores los escándalos de gran corrupción de altos jefes del gobierno, lavados de dinero en cuentas de cientos de millones de dólares en bancos de Andorra, Suiza, España y las que faltan por descubrir. “Ser rico es malo”, decían para engañar mientras se enriquecían groseramente. Desbancaron al fisco nacional en la época de los más gigantescos ingresos petroleros y ahora -no contentos con el fracaso de control de cambios y la corrupción del cadivismo rojo- nos aplican el “cadivazo” recortando los cupos para viajeros e incluso eliminando las remesas para nuestros jubilados que viven en el exterior y a nuestros estudiantes. Pero jerarcas y ministros viajan full de dólares y hasta en aviones de Pdvsa. Para ellos no hay cupos ni restricciones.
Leamos lo que dijo Maduro: “Yo me encabrono cuando alguien habla mal de Venezuela, porque yo no hablo de ningún país... cada quien dirige y maneja su país con los métodos de su Constitución... Nadie debe meterse con Venezuela”. ¿Violar DD HH, arruinar la economía, discriminar, violar los derechos de los trabajadores, criminalizar a los luchadores sociales, a la legítima oposición democrática, autorizar a soldados a disparar en manifestaciones, tener presos políticos, la corrupción impune, son “métodos de la Constitución” o son violaciones a ella? ¿Reclamar eso es “meterse con Venezuela” o en realidad es presionar al gobierno abusivo en defensa de los venezolanos? También Pinochet o los gorilas de Argentina, Fidel, Stalin, Franco o Mussolini apelaban a “la soberanía nacional” para tratar de imponer sus abusos con impunidad.
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