Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

miércoles, 18 de junio de 2014

¿MÁS GLOBALIZACIÓN? / FÉLIX ARELLANO

Algunos sostienen que uno de los elementos característicos a la globalización es su linealidad histórica; pues la presentan como un proceso inevitable e inexorable que forma parte de las leyes de la historia; pero, desde una perspectiva constructivista y hermenéutica eso no es tan cierto. Desde esta visión, la realidad se construye y no avanza de forma mecánica e inexorable y lo que enfrentamos son tendencias con diversas interpretaciones.

Es evidente que los globalistas aspiran la mayor homogenización funcional del planeta y en temas como: informática, ciencia y tecnología o finanzas se han logrado grandes avances. También es cierto que muchos nuevos problemas tienen un carácter global y requieren de soluciones globales; pero, los Estados nacionales no han desaparecido y observando las tendencias separatistas en varios países, como España, son una institucionalidad que se fortalece.

En el ámbito del comercio los globalizadores aspiraban que con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se lograría un mercado mundial abierto y homogéneo, eso no ha sido cierto. Desde el lanzamiento de la llamada Ronda Doha en el 2001, la OMC se ha estancado y muchos países están privilegiando la apertura comercial mediante bloques comerciales, fortaleciendo las zonas de libre comercio y las meganegociaciones. En esta perspectiva, los globalistas aspiraban rápidas negociaciones para conformar grandes bloques comerciales, pero los hechos no son tan optimistas.

Se esperaba acelerar la apertura comercial en Asia con las negociaciones del ASEAN para fortalecer las cadenas de valor que se están desarrollando en esa zona y también ampliarlas con Occidente en el marco de las negociaciones del Transpacífico; pero los procesos son complejos, las realidades geopolíticas, las sensibilidades nacionales, los problemas de competitividad o de competencia desleal dificultan los avances. Las realidades locales y nacionales ponen límites al sueño de apertura global, con todos los beneficios que puede representar para el consumidor.

El proceso bolivariano con su visión distorsionada y maniqueísta de la globalización, ha satanizado el libre comercio. En realidad aspiraba construir un bloque ideológico, cuyos satélites girarían en torno a la chequera petrolera. Este nuevo proceso se inicia con la ALBA como epicentro, pero el agotamiento de la chequera y del falso discurso está debilitando el proyecto.

Destruir para controlar está llevando a crecientes prácticas autoritarias que menosprecian la democracia y los derechos humanos. La inflación y el desabastecimiento evidencian el fracaso del proyecto ideológico. Arrasar los sectores productivos y luego acusarlos de generar la guerra económica, no tiene presentación.

TalCualdigital.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario