Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 16 de junio de 2014

BALANZA DE PODER / DEMETRIO BOERSNER

De la recesión de 2008 en adelante, se acelera la transición del orden internacional de unipolar a pluripolar y a la vigencia de la "balanza de poder".

Estados Unidos, que salió de la guerra fría como imperio triunfante y soñó con una hegemonía mundial permanente, pronto se vio obligado a reconocer los límites de su poder. En la década de los noventa, marcada por la presidencia de Bill Clinton, se mantuvo su predominio indiscutible, pero ya desde 1994 aparecieron los primeros síntomas de crisis del modelo pregonado por el Consenso de Washington. El asombroso ascenso económico de China y la aparición de un autonomismo suramericano liderado por Brasil fueron señales de cambios en la correlación de fuerzas en el mundo. El "tequilazo" de 1994 y el ascenso de Chávez en 1998 constituyeron signos adicionales. Finalmente, la explosión del terrorismo islamista síntoma de frustraciones en zonas estancadas del tercer mundo marcó el punto de quiebre entre el "momento unipolar" y un nuevo mundo de incertidumbres y peligros a partir de 2001.

El presidente George W. Bush personalmente simpático y menos malo en su gestión de lo que hoy se dice se equivocó seriamente en su unilateralismo con respecto a Irak y no entendió la necesidad de compartir el gobierno del mundo con otros factores geopolíticos. Su sucesor, Barack Obama, en cambio, lo comprende muy bien.

Absorbió el enojado desencanto del pueblo norteamericano con respecto al intervencionismo, y adoptó una política exterior sagaz a medio camino entre el aislacionismo de sectores atrasados y la actitud intervencionista todavía promovida por neoconservadores vinculados al gran capital privado y por liberales creyentes en la misión redentora de su país.

Obama ha entendido que China posee un inmenso potencial de desarrollo, crecimiento y expansión global y será el rival número uno de Estados Unidos en este siglo, con el área del Pacífico como palestra estratégica. Y a diferencia de los Clinton (extrañamente tendientes a la rusofobia), Obama está consciente de que Rusia, refortalecida bajo la gestión de Putin, representa otro importante factor geopolítico. Negar a esa gran nación euro-asiática su calidad de potencia de primera línea con derecho a una zona de influencia sería insensato y contraproducente para los intereses de un Occidente que ante todo debe evitar el peligro de una alianza estratégica ruso-china de futuro peso geopolítico inimaginable. La crisis de Ucrania acercó al mundo a una "nueva guerra fría", pero afortunadamente (gracias a la callada diplomacia conciliadora de los presidentes de Estados Unidos, de Rusia y del "triángulo de Kaliningrado") se está salvando una diplomacia sensata, basada en la reaceptación de la "balanza de poder" como mecanismo para la preservación de la paz y la buena convivencia internacionales

TalCualdigital.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario