Lula Da Silva: “Yo le decía, Chávez, deja de hablar de Simón Bolívar, ya no hay integración con espada en la mano, sino con banco de desarrollo, con financiamiento, con tasa de interés”. |
Lula quiso dejar en claro que nunca fue bolivariano
Sabe el ex-mandatario brasileño que lo novedoso del objetivo de esta Alianza es que busca conectarse al futuro. Por eso, sin decirlo, no apunta hacia América Latina, sino que pretende insertarse en la región del Asia-Pacífico, pues esta zona ya se vislumbra como el espacio fundamental de la economía mundial del siglo XXI.
Así se entiende que el lenguaje de los acuerdos sea: integración para generar condiciones de crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías que conforman la Alianza, mediante la búsqueda progresiva de la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.
Lula, durante la gira, dejó correr su nombre como próximo Secretario General de la UNASUR. Interesado en enviar una señal clara de hacia donde enfocaría su gestión al frente de la institución, se presentó con un discurso elaborado en el mismo lenguaje económico, no ideológico, que habla la Alianza del Pacífico. Pero, para darle credibilidad a sus palabras necesitaba decir públicamente que su modelo económico no es el socialismo bolivariano que implantó enVenezuela el difunto ex-presidente Chávez. Y eso fue lo que hizo.
Lula no es bolivariano
Perú fue el país que escogió para el deslinde del chavismo -seguramente porque este país demostró que coloca sus intereses primero al dar su voto por el candidato de México y no de Brasil en la OMC. Así, ante un colmado auditorio de empresarios peruanos y brasileños Lula produjo un atronador aplauso, cuando expresó:
“Yo le decía, Chávez, deja de hablar de Simón Bolívar, ya no hay integración con espada en la mano, sino con banco de desarrollo, con financiamiento, con tasa de interés”En otras palabras, Lula quiso dejar en claro que nunca fue bolivariano. Pero, en vida de Chávez no lo dijo porque iba en contra de los intereses económicos de Brasil y de sus propios objetivos políticos. Ahora, se puede permitir decirlo hasta con un tono de burla.
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