Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 25 de junio de 2013

Los vericuetos de la unidad / Por Douglas Zabala

Después de tantas divagaciones y enredos, el reconocido Isaac Newton llegó a la sabia conclusión, que la unidad en la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo. Esto que le costó algún tiempo a uno de los padres de las ciencias exactas explicárselo al mundo entero, inexplicablemente y sin estar en las postrimería del siglo XVII, sino en pleno siglo XXI, pareciera no entenderlo algunos lideres que con todo respeto aspiran por una Alcaldía y quienes utilizando las sacrosantas reglas de la unidad, desde la MUD responden a estos petitorios, no tomando en cuenta esta universal ley newtoniana, sino a las leyes del sectarismo y de la exclusión.

El largo camino de la unidad para los actores políticos de la sociedad venezolana, nunca ha sido un lecho de rosas. Aquí las experiencias vividas en el campo de la izquierda, después de la derrota sufrida en su propósito insurgente de los sesenta, fue desoladora, hasta el punto que nunca pudo presentarse al electorado del país con un solo candidato presidencial y mucho menos con candidaturas unitarias, una vez que se institucionalizaron la elecciones de Gobernadores y Alcaldes. Un tanto ese empinado sendero ha vivido la actual oposición política, con un costo nada halagador en las últimas elecciones municipales del 2008.

Motivar la participación electoral después de una convocatoria al desconocimiento del último resultado emitido por el CNE, con el consabido proceso de impugnación que se ventila ahora en la Sala Constitucional, ya de por si es como mucho pedir, si a ello se suma el esfuerzo que se debe poner, para que la mayoría de la población perciba que se va por una victoria, que demuestre que lo sucedido el 14 de abril fue producto, entre otras cosas, al hecho unitario por demás comprobado, al presentar la candidatura de Henrique Capriles Radonski, en la tarjeta única y unitaria de la MUD.

La oposición confronta un nuevo reto y no será tarea fácil solventarlo. A pesar de haberse “resuelto” a través de primarias y consensos, el tema candidatural a resurgido inusitadamente por toda la geografía nacional, nuevos candidatos del mismisimo bloque opositor han salido a recordar el engavetado reglamento de la Unidad y su artículo 9, porque el mismo establece que se tomarán en consideración los liderazgos regionales y locales para las candidaturas, algo que consideran los insistentes aspirantes, no ha ocurrido en sus respectivos Municipios.

Allá en Caracas al propio Ismael García su antiguo contrincante Antonio Ecarri, ha sacado de nuevo la dinamita del articulo citado, y aquí en el Estado Zulia han reventados saltapericos en San Francisco, Lossada, Machiques, Lagunilla y el más ruidoso de todos, en manos del reincidente Juan Pablo Guanipa, quien ante la negativa de ser tomada en cuenta su petición de realizar primarias en Maracaibo, ha respondido como el que no tiene regreso: “Me han dicho mil veces que no, han ratificado 35 veces lo ratificado de lo ratificado, que fue ratificado, pero esto es un planteamiento de la sociedad. Critican al chavismo de que no hace primarias y no sé cuando van a mirar para acá”.

Estamos a pocos días de la postulación de los candidatos a Alcaldes y Concejales. Podrá la MUD sortear este enrarecido clima de consulta y respuestas apropiadas a los demandantes municipales o simplemente estaremos los ciudadanos, condenados a ser llevados por los callejones de derrotas locales, que en definitiva nos arrancara de las manos, la posibilidad de demostrarle al mundo que Venezuela cambió y que la impugnación interpuesta ante el TSJ, no ha sido un simple capricho opositor. No basta la reconocida trompada estatuaria, así como tampoco es suficiente el que la sola aspiración personal de algunos dirigentes, pueda provocar desbaratar lo conquistado.

Asi las cosas, lo mejor sería evitar que estos vericuetos de la unidad en la oposición se impongan y en consecuencia den paso al fantasma de la abstención y la división. Sólo así será posible invertir la pirámide del poder, de tal forma que desde lo local y cotidiano, este próximo 8 de diciembre, el venezolano le ratifique a los observadores y organismos internacionales, que el resultado nacional del 14 de abril, sin lugar a dudas fue un fraude.

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