En efecto, más allá de la factibilidad de hacerlo en un futuro cercano y de la forma que tome si es que se concreta, la verdad es que el mero hecho de que el alto gobierno haya pensado en esto que hasta hace poco era un sacrilegio, sobre todo cuando en paralelo se insiste en la radicalización del proceso y en la aplicación del famoso "Plan de la Patria", que no contiene nada bonito con respecto del capitalismo, resulta interesante y refleja que hay cierta conciencia de que si seguimos como vamos (huida hacia adelante la llamo yo) los resultados van a ser en el mejor de los casos parecidos a lo que hoy tenemos, que puede resumirse como escasez, alta inflación, reducida producción nacional y poco empleo formal.
Entonces, si elaboramos un poco lo que deberían ser estas zonas económicas especiales para que funcionen como en China, tendríamos que deberían regirse por leyes que no aplican en el resto del país, y en particular en lo que atañe a la economía: no se podría aplicar la LOTTT ni menos el reglamento con el que se amenaza a las empresas actualmente, habría que derogar las leyes que restringen el régimen cambiario o cuando menos la Ley Penal Cambiaria, también aligerar o eliminar el conjunto de normas que constituyen el cerco económico tan bien descrito por Conindustria. En otras palabras, crear países distintos dentro de Venezuela y poder controlar que se mantengan como compartimientos estancos, y sobre todo que la gente no huya de las zonas socialistas hacia las capitalistas...
Como puede apreciar el lector, si se llegara a crear aunque sea una zona de este tipo en Venezuela, el contraste sería tan marcado con el resto del país que causaría una revolución.
Tal Cual digital
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