
Con la reorganización de la fuerza naval estadounidense en el mar Caribe como amenaza directa al régimen de Nicolás Maduro, en el marco de lo que se proclama oficialmente como una gran operación antinarcóticos pero que pocos dudan de que camufla una maniobra de cambio de régimen, hay quienes suponen que, en el fondo, todo se trata de una pulseada geopolítica de Washington para asegurarse su acceso preferente, si no exclusivo, a los recursos del subsuelo venezolano.
Hace apenas tres semanas el presidente estadounidense Donald J. Trump reveló que Maduro ha puesto sobre la mesa múltiples concesiones para facilitar una desescalada militar y reabrir el canal de diálogo con Washington.
“Él me ha ofrecido de todo”, declaró Trump el 17 de octubre, en una rueda de prensa y sin entrar en detalles. Pero ya una historia del diario New York Times había revelado antes qué puede significar ese “de todo”: el mandatario venezolano habría propuesto facilitar el acceso de empresas estadounidenses al mercado petrolero nacional, así como a otros recursos naturales. Una oferta que, por cierto, también ha sido esbozada desde la clandestinidad por la líder opositora María Corina Machado, quien, en foros internacionales, ha presentado a Venezuela como una de las mayores oportunidades de inversión estratégica del hemisferio una vez que Maduro esté fuera del poder.
No solo es petróleo lo que está en juego. Otro trofeo que podría esperar al ganador de esta partida entre Estados Unidos y China es el de las llamadas arenas negras, un conglomerado de minerales pesados de alto valor económico y estratégico, esenciales para la fabricación de tecnologías modernas, que pueden incluir, además de coltán, otros como tantalio, niobio, estaño, tungsteno e, incluso, elementos de tierras raras. Los yacimientos de arenas negras en el sur de Venezuela tienen tiempo siendo explotados de forma opaca y desordenada por todo tipo de actores, desde estatales hasta grupos criminales de otros países, como la guerrilla colombiana.
Aunque existen registros de exportación de arenas negras desde puertos venezolanos en los estados La Guaira y Zulia, la presente investigación, realizada por Amazon Underworld y en la que participó Armando.info, comprobó que la extracción de las arenas negras venezolanas y sus elementos también se comercializa ilegalmente sobre todo por grupos delincuenciales y guerrillas instaladas en los estados Bolívar y Amazonas hacia Colombia, donde su origen es prácticamente “lavado” y termina, la mayoría de las veces, en manos de empresas chinas.
Por: Amazon Underworld
Más detalles en https://armando.info
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