Javier Milei y Gustavo Petro, con ideologías y estilos opuestos, han marcado los rumbos recientes de sus economías. Cada uno tiene datos que respaldan sus formas, pero también críticos que ven el vaso medio vacío.

Gustavo Petro y Javier Milei son antagonistas en la política latinoamericana, el colombiano que representa el progresismo y el pensamiento de izquierda es crítico de las formas del argentino, exponente del creciente movimiento libertario. Cada uno, a su manera, tiene éxitos que presumir y desaciertos por los cuales responder.
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“En Argentina sí se ve un cambio de tendencia cuando llega Milei: la pobreza y la inflación que venían deteriorándose se revierten, mientras que en Colombia la velocidad de mejora en varios indicadores es la misma que ya venía del gobierno anterior”, dijo Felipe Campos, gerente de Estrategia e Inversión en Alianza Valores.
Está es la economía colombiana comparada con la economía argentina.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 18, 2025
Un modelo económico de derechas, uno progresista. Juzguen ustedes. pic.twitter.com/r7wU0cHpyA
Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023 tras la gestión del peronista Alberto Fernández (2019-2023), recibiendo una economía con inflación por encima del 200%, desequilibrios fiscales históricos y un peso fuertemente distorsionado por controles cambiarios. Petro, por su parte, llegó al poder en agosto de 2022 sucediendo a Iván Duque, con una economía que crecía por encima del 7% tras la pandemia, pero con presiones inflacionarias y tensiones sociales por el modelo tributario y de subsidios.
Inflación: dos historias de ajuste
En el frente de precios, Argentina vivió un cambio drástico. La inflación, que superaba el 210% anual en 2023, cayó hasta el 117,8% en 2024 y los registros mensuales llegaron a niveles de 1,5% a 2% en 2025, marcas mínimas en los últimos años. Este descenso respondió al ajuste fiscal tras una devaluación inicial y la disciplina monetaria.
“Reducir la inflación de 230% a niveles cercanos al 30% es un éxito total, porque Milei cortó la financiación del Banco Central al gobierno y eso frenó la espiral inflacionaria”, explicó Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas en Credicorp Capital.
Colombia también logró moderar los precios, aunque de forma más gradual. Tras alcanzar picos de dos dígitos en 2022 y 2023, la inflación cerró 2024 en 5% y descendió hasta el 4,8% anual a mediados de 2025, antes de repuntar con fuerza al 5,1%. Para los analistas, este proceso estuvo más asociado al ciclo monetario global y al Banco de la República que a políticas directas del gobierno Petro, pues este ha sido partidario de incrementos salariales fuertes y por encima de la recomendación técnica.
Pobreza y empleo: impactos divergentes
El costo social de los ajustes en Argentina fue elevado al inicio. La pobreza escaló hasta 52,9% en el primer semestre de 2024, pero con la estabilización de precios y la recuperación de ingresos, se redujo a 38,1% en la segunda mitad del año. Ese giro permitió que más de siete millones de argentinos salieran de la pobreza en cuestión de meses.
Según la Universidad Torcuato di Tella y replicando la metodología que usa el ente oficial de estadísticas, el Indec, el índice habría caído por debajo del 32% en el primer semestre de este año, representando una reducción superior a los seis puntos desde diciembre de 2023.
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En contraste, la economía colombiana mantuvo un patrón más estable. La pobreza monetaria se ha mantenido en torno al 30%, sin variaciones tan abruptas. El mercado laboral, sin embargo, mostró mejores resultados: la tasa de desempleo bajó al 8,8% en julio de 2025, su nivel más bajo desde 2001, y el número de ocupados creció 7,1% desde la llegada de Petro.
“La tasa de desempleo en Colombia está en mínimos de 25 años, pero no estoy tan seguro de que eso sea mérito del Gobierno; hay un efecto grande de precios internacionales y de dinámicas locales impulsadas por alcaldes y gobernadores”, apuntó Velandia.
Crecimiento económico: del shock a la recuperación
El Producto Interno Bruto argentino se contrajo 5,1 % en el primer trimestre de 2024, reflejo del impacto inicial del ajuste, y terminó ese año con una caída de 1,7%. Sin embargo, para 2025 se proyecta un repunte cercano al 4%-5%, de acuerdo a las últimas ediciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Ese giro estuvo apoyado en la estabilización de la macroeconomía y la recomposición de expectativas.
El señor Serrano (PhD) decidió hacer un análisis comparativo del “éxito” de Colombia frente a Argentina, midiendo el riesgo país solo en 2025. No sé si llamarlo ignorancia o perversidad. Así que toca darle una mano: desde las elecciones, el riesgo argentino se desploma mientras… https://t.co/NmJBcWPY8S pic.twitter.com/Dtgc6tRS8t
— Felipe Campos (@FelipeCamposPC) September 18, 2025
En Colombia, el ciclo fue inverso: tras crecer apenas 0,7% en 2023 y 1,6% en 2024, el PIB registró una expansión de 2,1% en el segundo trimestre de 2025. Aunque positivo frente al estancamiento previo, el resultado aún está lejos del dinamismo regional.
“Es supremamente complicado comparar PIB entre Colombia y Argentina por las velocidades de cada economía. Tengo la impresión de que en crecimiento Argentina podría estar mejor, aunque también tuvo un año de recesión fuerte al inicio”, señaló Campos.
Déficit y disciplina fiscal
Uno de los hitos de la administración Milei ha sido el superávit primario de 1,8% del PIB y el financiero de 0,3% en 2024, una reversión histórica frente a los déficits de dos dígitos heredados. El ajuste, apoyado por recortes de gasto y eliminación de transferencias del Banco Central, buscó dar confianza a los mercados y sentar bases de estabilidad.
En Colombia, la situación es opuesta. El déficit fiscal alcanzó 3,8% del PIB en el primer semestre de 2024 y las proyecciones apuntan a 7,1% para el cierre del año, el peor desempeño en dos décadas. La sostenibilidad de las cuentas públicas se convirtió en el principal foco de alerta para inversionistas.
“En déficit, Argentina es mucho más fuerte, lo que forma parte de la apuesta del gobierno para seducir a los mercados. En Colombia, en cambio, preocupa el alto gasto público y la falta de medidas de corrección”, indicó Campos.
Riesgo país y confianza del mercado
El riesgo país de Argentina se ha mantenido elevado y volátil con Milei: comenzó su gestión en los 1.935 puntos básicos, y tras ubicarse por debajo de los 600 en enero de este año, este jueves cerró por encima de 1.400 puntos básicos. Los CDS de 5 años también están en niveles altos, aunque por debajo de los máximos previos. Para analistas, la credibilidad de las reformas aún enfrenta el desafío de la fragilidad política, la incertidumbre electoral y un historial de defaults recurrentes.
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En Colombia, la percepción de riesgo se ha deteriorado más por factores internos: la incertidumbre sobre las reformas y la presión fiscal. Aunque el peso se apreció a COP$3.850-COP$3.900 frente al dólar, los inversionistas siguen atentos a la capacidad del gobierno de implementar ajustes estructurales.
“La subida del dólar en Argentina fue deliberada, pactada con el FMI, porque el peso estaba artificialmente apreciado. En Colombia, en cambio, la volatilidad ha respondido más a la política local y al ruido de las reformas”, explicó Velandia.
El dólar como termómetro
La unificación cambiaria en Argentina implicó una devaluación superior al 50% en diciembre de 2023, lo que disparó el tipo de cambio en el corto plazo. Tras haberse disparado a casi el 200% con el Gobierno de Alberto Fernández, la brecha cambiaria con las cotizaciones paralelas se redujo al 30% o 40%, reflejo de mayor confianza en la política económica. Actualmente la brecha se ubica en menos de 10%, tras la fuerte depreciación del peso argentino como secuela de la derrota del partido de Milei en una elección local de la provincia de Buenos Aires.
En Colombia, el dólar vivió un ciclo opuesto: tras superar los COP$5.400 en 2023, se moderó en 2024 y 2025 con la expectativa de recortes de tasas en Estados Unidos y la acción del Banco de la República. La apreciación hasta COP$3.800 alivió presiones inflacionarias, aunque el riesgo fiscal mantiene la volatilidad latente.
La proximidad de las elecciones presidenciales y la posibilidad de un cambio hacia un gobierno más favorable para los mercados ha favorecido la apreciación del peso colombiano.
¿Quién lo hizo mejor?
Comparar a Petro y Milei resulta tan complejo como contrastar dos modelos económicos distintos en contextos dispares. El libertario logró estabilizar variables críticas en Argentina tras años de desequilibrio, aunque a un costo social elevado.
El progresista colombiano redujo el desempleo, pero a cambio de un deterioro fiscal que amenaza la sostenibilidad futura.
“Es casi imposible adjudicar los resultados a los presidentes de forma directa: en Colombia pesan factores globales y regionales, y en Argentina la apuesta fue un shock con efectos visibles en el corto plazo”, concluyó Velandia.
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