
En la cuarta emisión de Efecto Paz, una iniciativa conjunta de Efecto Cocuyo y Laboratorio de Paz, se abordó la situación de Venezuela desde la perspectiva de los derechos humanos. Este programa, conducido por Luz Mely Reyes y Rafael Uzcátegui, analizó el panorama actual, marcado por las recientes detenciones de activistas y dirigentes de partidos políticos opositores.
En principio, el espacio iba a tener como invitada a Andreína Baduel, integrante del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, y que no pudo participar debido a un intento de detención por parte de funcionarios policiales tras una actividad en la embajada de Alemania en Caracas.
Este incidente ocurrió en el marco de la Ruta por la Libertad, una estrategia de los familiares para visibilizar la situación de los presos políticos ante cuerpos diplomáticos en Venezuela.
Uzcátegui destacó el coraje de estas familias, especialmente de mujeres como Andreína, quienes, a pesar del hostigamiento y la persecución, lideran la movilización ciudadana en defensa de sus seres queridos.
La represión y la normalización de la injusticia
El programa denunció la estrategia represiva del gobierno venezolano, que incluye detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y la criminalización de la protesta. Un caso emblemático es el del periodista Rory Branca, cuya madre, tras 206 días sin saber de su paradero, pudo finalmente contactarlo.
«Esta práctica de incomunicación genera angustia extrema en los familiares y crea condiciones propicias para torturas y tratos crueles», dijo Uzcátegui.
Además, se mencionó el caso de Pedro Hernández, defensor de derechos humanos detenido junto a cuatro familiares, evidenciando un patrón de revictimización que afecta especialmente a las mujeres: madres, hijas y hermanas que asumen la defensa de los presos políticos.
Según estadísticas, aunque la mayoría de los detenidos por motivos políticos son hombres (70-80%), las mujeres enfrentan una “feminización de la victimización”, asumiendo el peso de la denuncia y el acompañamiento en un contexto de amenazas y hostigamiento, acotó el luchador por los derechos humanos y director del Laboratorio de Paz.
Uzcátegui enfatizó que la denuncia pública es clave para contrarrestar la normalización de la represión.
“No importa que se repita mil veces, cada detención debe denunciarse como si fuera la primera”, afirmó, destacando que el silencio no protege a las víctimas.
Organizaciones como el Foro Penal reportan 89 presos políticos extranjeros de 25 nacionalidades, lo que refleja la debilidad de la comunidad internacional para presionar por su liberación, salvo contadas excepciones como Estados Unidos, que ha logrado excarcelaciones mediante negociaciones y sanciones.
Un llamado a la solidaridad
El programa cerró con un mensaje claro dicho por Luz Mely reyes: la lucha por los derechos humanos en Venezuela requiere romper el aislamiento impuesto por el autoritarismo.
Se invitó a la audiencia a mantener viva la indignación, compartir las historias de los presos políticos y apoyar iniciativas como la Ruta por la Libertad. Además, se destacó el documental de Efecto Cocuyo sobre el coraje de las mujeres que enfrentan estas injusticias, un esfuerzo por visibilizar su rol en la resistencia.
Efecto Paz reafirma su compromiso con la construcción de una masa crítica para recuperar la democracia, recordando que, a pesar del miedo, la solidaridad y la denuncia son herramientas esenciales para enfrentar la represión en Venezuela
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