Dirigentes democráticos reunidos esta semana en Estados Unidos piensan pedirle al venidero gobierno del presidente Donald Trump que adopte una línea mucho más firme contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, y de abandonar políticas de distensión que solo han servido para brindarle estabilidad a esos regímenes, dijo el lunes el opositor venezolano Leopoldo López.
Hablando en la Universidad Internacional de la Florida en un foro organizado por la organización defensora de los derechos humanos World Liberty Congress, López argumentó que los esfuerzos por llegar a un entendimiento con Nicolás Maduro le brindaron oxígeno financiero al régimen de Caracas, sin que ello haya tenido éxito en su objetivo de contener el éxodo de millones de venezolanos que han inundado a los países de la región.
“La política de los últimos cuatro años, y debo decirlo abiertamente, ha sido una política en donde claramente se le ha dado estabilidad y reconocimiento a la dictadura”, dijo López en el evento. “En el caso de Venezuela… lamentablemente la democracia pasó a una tercera o cuarta prioridad en la agenda hacia nuestro país, y se puso por encima la agenda migratoria y la agenda energética, pensando que si se le daba estabilidad, si se le daba [a Maduro] dinero proveniente de la extracción de petróleo en Venezuela, se iba a contener la migración”.
Lo que ocurrió fue todo lo contrario. En los últimos dos años Estados Unidos tuvo el ingreso de 800,000 venezolanos y un número similar de cubanos, dijo el fundador del partido opositor Voluntad Popular y mentor político Juan Guaidó, dirigente que el gobierno de Trump reconoció como el legítimo presidente de Venezuela en enero del 2019 López formuló las declaraciones en medio de informes de prensa que dieron a conocer los intentos emprendidos por empresarios e inversionistas estadounidenses por convencer a Trump de que lo más conveniente en este momento es continuar con la política de permitir que el régimen de Caracas continúe vendiendo petróleo siempre y cuando Maduro se comprometa a detener la emigración venezolana.
López, quien en el evento describió las discusiones que tuvieron los activistas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, dijo que el World Liberty Congress ha decidido preparar para la nueva administración una agenda de tres puntos de lo que debería ser la estrategia para ayudar a esos países recuperar sus sistemas democráticos.
El primer punto tiene que ver con adoptar una política que no reconozca la legitimidad y en consecuencia no brindarle estabilidad a los regímenes autocráticos de los cuatro países, dijo. López, quien fue preso político en Venezuela antes de lograr escapar, argumentó que fue la estrategia de dejar de sacrificar la lucha por la democracia en Venezuela y Cuba lo que aceleró la ola migratoria en esos países.
En el caso de Venezuela, la recuperación del sistema democrático va a eliminar la motivación de millones de venezolanos de querer abandonar sus hogares para probar suerte en otras naciones y lo que va a motivar a los millones que ya se encuentran afuera a querer regresar, dijo. El segundo punto de la agenda aboga a favor de la necesidad de responsabilizar a los líderes de los regímenes dictatoriales y hacerles pagar por los crímenes que han cometido.
“Nosotros creemos que los responsables de haberse robado las elecciones, en el caso de Venezuela, haber impedido las elecciones en el caso de Nicaragua, de haber manipulado el sistema electoral y en el caso de Bolivia, tienen que ser sancionados,” dijo López.
También tienen que ser castigados las personas que ordenaron y ejecutaron la violenta represión de las manifestaciones, dijo al agregar que el número de presos políticos en Venezuela ha pasado en los últimos cinco meses a más de 2,000 desde los 200 que se encontraban en las cárceles, y muchos de los encarcelados han sido sometidos a torturas, y en algunos casos víctimas de ejecuciones extrajudiciales. Los funcionarios involucrados en el saqueo de las arcas del Estado a través de constantes operaciones de corrupción también tienen que ser sancionados, dijo López.
El tercer punto tiene que ver con la necesidad de “detener el flujo de caja de las dictaduras”. “Hoy en día las dictaduras de nuestros países están recibiendo recursos con el amparo y acompañamiento de empresas norteamericanas que están haciendo negocios en nuestros países, y nosotros pensamos que ese flujo de dinero tiene que pararse y tiene que ser parte de la presión inteligente”, dijo. “Aquí se habla de máxima o de mínima presión”, agregó, “pero nosotros hablamos es de presión inteligente, que es la presión cuidadosamente ideada para lograr la transición a la democracia en nuestros países”.
“Aquí se habla de máxima o de mínima presión”, agregó, “pero nosotros hablamos es de presión inteligente, que es la presión cuidadosamente ideada para lograr la transición a la democracia en nuestros países”.
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