LINDO DÍA

 

Imagen: El Ciudadano

Cada 8 de marzo, me he dedicado a escribir alguna dedicación dirigida al día internacional de la Mujer, eso está bien y es justo, es humano.

Sin embargo, hoy día, no basta dedicarle unas líneas sentimentales o románticas, lo cual es importante, pero prefiero enfocar esta dedicatoria a resaltar los Valores, los principios y las cualidades de la Mujer. Siempre he considerado el respeto como una línea de acción orientado hacía el maltrato femenino, porque en una sociedad, cómo la nuestra, dónde cada día se producen femicidios no es justo que no tengamos una respuesta institucional ni jurídica, el maltrato diario a nuestras mujeres es descomunal importando poco el daño causado y la impunidad frente a éstos hechos.

El maltrato no es sólo físico, sino también emocional cómo el olvido o el abandono y las secuelas que deja a la persona humana. Por eso, no podemos celebrar este día cuando miles de mujeres en el mundo y en Venezuela están desempleadas, desprotegidas por el Estado y por las mismas familias, entonces considero que debemos rescatar los valores genuinos de la Mujer con sentido ético, responsable y humano.

Esta reflexión es válida para resaltar que el día de la Mujer no es un día, son todos los días del año y de la vida, debemos aprender a respetar su condición de madre, hija, hermana, esposa, sobre todo de ciudadana.

Por consiguiente, reciban de mí parte, mis más sentidas palabras de Reconocimiento humano y sentimental porque constituyen el eje fundamental de la Familia núcleo de toda sociedad.

Para todas un fuerte abrazo, deseándoles un día lleno de Paz interior, de desarrollo espiritual y de salud máxima.

FELICIDADES.!!!

Con tu permiso mi estimado Carlos me atrevo añadir 

En un mundo donde las miradas superficiales se desvanecen, la verdadera belleza emerge. Imagina a una mujer con ojos que destellan como estrellas en la noche, llenos de sabiduría y compasión. Su sonrisa es un arco iris que ilumina incluso los días más oscuros. Su piel, marcada por las huellas del tiempo, cuenta historias de risas, lágrimas y experiencias inolvidables.

Esta mujer no se define por su apariencia física, sino por su fuerza interior. Sus brazos son como ramas de árboles, fuertes y capaces de sostener a quienes la rodean. Sus manos, arrugadas pero suaves, han acariciado a sus seres queridos y han tejido lazos indestructibles.

La mujer más allá de la belleza física tiene una mente afilada como una espada. Lee libros, aprende idiomas, y se sumerge en el conocimiento. Su corazón late al ritmo de la compasión y la empatía. Sabe que la verdadera belleza reside en la bondad, la generosidad y la autenticidad.

En su cabello plateado, hay hilos de sabiduría y experiencias vividas. Sus pies, cansados pero firmes, han recorrido caminos difíciles y han dejado huellas en la arena del tiempo.

Esta mujer no necesita maquillaje ni vestidos elegantes para sentirse hermosa. Su belleza trasciende lo físico y se refleja en su amor por los demás, su valentía para enfrentar desafíos y su capacidad para encontrar la belleza en las pequeñas cosas.

Así que, cuando pienses en la mujer más allá de la belleza física, imagina a alguien cuyo corazón irradia luz y cuya alma está tejida con hilos de amor y compasión. Esa es la verdadera belleza que nunca se desvanece.