Lo único que quedan son los recuerdos de una industria que fue levantada, a partir de la nacionalización, con el talento venezolano formado en nuestras mejores universidades o en las más connotadas casas de estudios del mundo.
Chávez y su banda lo lograron. Acabaron con PDVSA.
La convirtieron en una piltrafa hasta el punto de que su personal cobra sin hacer nada, en su mayoría, porque la producción está paralizada en un alto porcentaje.
Lo poco que se produce en su mayoría es el fruto de la labor de las empresas extranjeras, que si manejan su negocio con criterios gerenciales y no políticos, como ha ocurrido con el chavismo.
PDVSA fue destrozada por los errores de Chávez.
Por decisiones como las expropiaciones de las contratistas, ocurrida en mayo de 2009.
Por la politización de la gerencia de la empresa, mediante la designación de dirigentes políticos y sindicalistas sin formación para conducir una industria de tan elevada complejidad.
Por la corrupción que desangró a PDVSA mediante compras fraudulentas de material innecesario.
Por el deterioro de los ingresos de los trabajadores que pasaron a ganar salarios muy por debajo de la media internacional para un sector tan calificado.
Por la barbarie de un régimen que no construye, sino que destruye.
Recuperar a PDVSA parece imposible.
Hay quienes piensan que la solución más idónea es cerrarla y crear una empresa nueva con capital y tecnología extranjera.
PDVSA es un ejemplo fiel y exacto de la plaga que es el chavismo.
El chavismo solo deja ruinas a su paso.
@VerdadesRumores

Recuperar a PDVSA parece imposible. Hay quienes piensan que la solución más idónea es cerrarla y crear una empresa nueva con capital y tecnología extranjera. PDVSA es un ejemplo fiel y exacto de la plaga que es el chavismo. El chavismo solo deja ruinas a su paso.
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