“El Petro representa la dolarización de la economía de Venezuela, y los inversionistas no debería subestimar el potencial que representa este cambio”, advierte David Osio, CEO de Davos Financial Group.
El Petro es la criptomoneda que el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el pasado 3 de diciembre, como un instrumento “para avanzar en materia de soberanía monetaria, para hacer transacciones financieras y para vencer el bloqueo financiero”.
Al basarse en barriles de petróleo, que se cotizan en dólares, se entiende que al asumir este instrumento monetario nacionalmente e internacionalmente, se estaría dolarizando la economía de Venezuela.
De hecho, algunos analistas opinan que el precio pudiera reflejar el valor de un barril de petróleo.
“Como hemos advertido en varios informes de Davos Financial Advisors, el estado de la economía venezolana es tan grave, que solo un cambio drástico, como la dolarización, podría generar un ambiente positivo para el país. El Petro puede representar ese cambio”, señaló Osio.
No obstante, en medios internacionales se preguntan qué tan factible es su aceptación en Venezuela y fuera de sus fronteras.
Ventajas frente al Bitcoin
Hasta ahora existen unas 800 monedas, de las cuales Bitcoin -la pionera- representa 50% del mercado y Ethereum el 25%
Dentro de los países que lo han acogido figuran Japón, Corea del Sur, Australia, Estados Unidos y China, Panamá y Venezuela.
“Las criptomonedas como el Bitcoin no están respaldadas por activos concretos. Tampoco están reguladas, por eso reflejan una variación tan brusca en sus precios de un día a otro. El Petro, de implementarse como lo ha descrito el presidente Maduro, tendría un respaldo concreto y una regulación internacional”, explica Andrés Coles, director de Davos Financial Advisors.
Tan solo en la semana que culminó el viernes 22 de diciembre, el valor del Bitcoin perdió US$ 8.000, cerrando en algo más de US$13.000, luego de jornadas de récords al alza.
En opinión de Coles, el Petro está respaldado por barriles de petróleo certificados internacionalmente, y lo más importante aún, tendría una suerte de auto-regulación comprobada y reconocida.
“El Petro se basa en el precio petrolero, un mercado que se auto-regula y que cuenta con actores reconocidos y confiables con mucha trayectoria internacional. Es como un banco central que influye en el comportamiento de los precios”, explica Andrés Coles.
El punto clave, en ese sentido, es si logra cumplir con su objetivo, convirtiéndose en un instrumento con liquidez.
La confianza es una variable clave
“Si al respaldo de barriles certificados, y a la auto-regulación de su precio, le sumamos creación de oferta y demanda, que haga del Petro un verdadero instrumento de pago aceptado en el país e internacionalmente, entonces estaríamos frente a un importante cambio favorable para empresas, trabajadores, inversionistas y proveedores”, señaló David Osio.
Frente a este panorama positivo, hay un elemento que de entrada genera dudas entre inversionistas internacionales.
“Para los inversionistas hay dudas y reservas sobre la capacidad técnica del equipo del presidente Maduro para implementar el Petro”, resaltó David Osio.
“La pregunta concreta es si lo aceptará Rusia y China, si -a pesar de las sanciones- podrán realizarse operaciones con inversionistas y empresas de Estados Unidos y la Unión Europea”, comenta Osio.
De ser así, el Petro contaría con la liquidez necesaria para dinamizar una economía completamente colapsada.
“Continuamente hemos puntualizado que no había manera de corregir los grandes desequilibrios económicos, sino se tomaban medidas para producir un cambio. Con esta medida se estaría dando un paso positivo hacia los cambios que deben introducirse en el país para sanear el aspecto económico y financiero. No obstante, quedan muchas cosas por hacer en este tema”, concluyó David Osio.

Criptomoneda cubierta por materias primas, sin materias primas La idea de una criptomoneda convertible cubierta por materias primas proviene de Steve H. Hanke, profesor de investigación económica aplicada en la Universidad Johns Hopkins. Sin embargo, el mismo Hanke asegura que el gobierno de Venezuela es incapaz de garantizar seguridad con materias primas: “No tiene ni oro ni diamantes. Y, a pesar de tener grandes reservas nominales de petróleo, su explotación es regresiva”. A pesar de poseer las mayores reservas de petróleo en el mundo, Venezuela está al borde de la bancarrota. Según The Wall Street Journal, “los bonos estatales han perdido tres cuartas partes de su valor, como consecuencia del impago de una docena de deudas de la petrolera PDVSA”. Así que no existe tal respaldo del petro con materias primas. La mayoría de las criptomonedas se basan en la tecnología Blockchain, según la cual, las transacciones se registran anónimamente, por lo que cualquier intento de manipulación sería inmediatamente detectado para los usuarios. Debido a este principio, las criptomonedas operan sin una instancia de control, como una especie de banco central.
ResponderBorrarPor supuesto que una moneda de este tipo también estaría sujeta a ciertas fluctuaciones. Pero, en comparación con el bolívar, sería una fortaleza. En 2017, la moneda nacional venezolana perdió más del 95% de su valor frente al dólar. Dicho en otras palabras, Venezuela tiene casi un 4.000% de inflación. Para 2018, el Fondo Monetario Internacional pronostica una pérdida de valor adicional del 2.350%. Hanke ha asesorado a numerosos gobiernos sobre reformas monetarias y dirige el “Proyecto de divisas inestables” en el Washington Cato Institute. Por último, Hanke le da un consejo al gobierno de Venezuela, si lo que quiere realmente es una moneda estable: “Maduro debe hacer oficial lo que el pueblo ya practica. Abolir el bolívar y reemplazarlo por el dólar estadounidense”.
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