El auge de criptomonedas como Bitcoin o Ethereum no sólo ha despertado el interés de la comunidad inversora, sino también de algunos políticos que tratan de sacar tajada de este mercado en ebullición.
Éste es el caso de, por ejemplo, Nicolás Maduro. El dirigente socialista ha anunciado recientemente la creación de una nueva divisa, denominada Petro, con la que pretende "avanzar en materia de soberanía monetaria", esto es, con la que pretende otorgar un mayor poder al Estado venezolano. Y he ahí la primera gran contradicción entre el Petro y el resto de criptodivisas: las criptodivisas surgen como un mecanismo absolutamente descentralizado —no controlado por nadie— para efectuar transacciones entre individuos; Petro, en cambio, se crea como un artilugio centralizado para facilitar la financiación de un régimen autocrático, corrupto y manirroto. O expresado en otras palabras: la fortaleza de las criptodivisas reside, precisamente, en que los inversores sólo necesitan confiar en su protocolo público y (cuasi) inmutable, no en la bondad o en la sabiduría de ningún gobernante que las maneje; por el contrario, la debilidad del Petro descansa en que los inversores sí necesitan confiar en la bondad y en la sabiduría de Maduro a la hora de administrarla, dos rasgos que, hasta la fecha, no han caracterizado su presidencia.
Esa desconfianza estructural hacia un político que ha condenado a sus ciudadanos a una de las peores crisis humanitarias de su historia es lo que ha obligado a Maduro a otorgar un respaldo real al Petro: en particular, el petróleo (a diferencia de lo que sucede con el resto de criptodivisas, donde no se necesita otro respaldo que la confianza en las reglas del juego). De acuerdo con el autócrata bolivariano, cada unidad de Petro estará garantizada por un barril de petróleo en el subsuelo: por consiguiente, comprar Petros será equivalente a invertir de manera indirecta en las reservas de petróleo venezolanas. Con un matiz fundamental: tales reservas se hallan igualmente bajo el control del pauperizador chavismo. ¿Cómo confiar en que un régimen tan ineficiente y cleptocrático como el venezolano va a, por un lado, poder explotar económicamente sus reservas petrolíferas y, por otro, querer honrar sus compromisos monetarios instrumentando tales reservas? Es decir, ¿cómo poder confiar en un Petro gestionado por Maduro? De ningún modo. Por eso ya son muchos quienes han comenzado a rebautizar al Petro con un término mucho más apropiado para el chavismo: "Clepto".
Juan Ramón Rallo es doctor en Economía y licenciado en Derecho. Actualmente es profesor en el centro de estudios OMMA y en la IE University. Es director del Instituto Juan de Mariana
https://www.lapatilla.com/site/2018/01/01/el-clepto/

La criptomoneda de Nicolás Maduro se inspiró en un diseño español Por María Rodríguez (https://alnavio.com/noticia/12273/actualidad/criptomoneda-de-nicolas-maduro-se-inspiro-en-un-diseno-espanol.html) La compañía R Fintech, fundada por españoles, lanzó en mayo el bilur, la primera divisa digital que usa el petróleo como soporte. Esa misma base tendrá el petro venezolano, aunque con matices. Agustín Muñoz, director de operaciones de R Fintech, afirma al diario ALnavío que “más que un intento de copia, desde luego estamos convencidos de que el bilur ha servido de inspiración para el diseño del petro”.
ResponderBorrarLa criptomoneda venezolana petro lleva en el diseño una mezcla de inspiración inglesa y española. Esta divisa digital, que pretende usar el petróleo como soporte, tiene como precursor al bilur, lanzado en mayo por la compañía inglesa R Fintech, constituida por empresarios e ingenieros españoles. Cada unidad del bilur corresponde al valor de una tonelada de crudo (6,5 barriles) y fluctúa según el precio de cada día. R Fintech lanzó en mayo el bilur, la primera divisa digital que usa el petróleo como soporte
ResponderBorrarMuñoz explica igualmente que comenzaron con el petróleo como el respaldo para esta divisa digital porque lo consideran “conocido y clásico en el mercado financiero y por su potencial como valor de refugio ante acontecimientos geopolíticos”. Para el lanzamiento de esta moneda, la compañía y los socios compraron un millón de barriles de petróleo, almacenados en Texas. Esto dio derecho a la emisión de unos 154 millones de bilur, según publicó el portal marketing4ecommerce.net.
ResponderBorrarEn el último informe del banco de inversiones Torino Capital también se hacen eco de que el petro no es la primera criptomoneda en usar el petróleo como soporte y mencionan el bilur. Francisco Rodríguez, economista jefe de la firma de inversiones y autor del informe, explica que “una moneda digital respaldada en commodity obtiene su valor del derecho que le otorga a los compradores sobre el recurso que la respalda, similar a un título de propiedad”. En este punto Rodríguez apunta: “Cabe preguntarse si Venezuela efectivamente busca entregar títulos de propiedad de las reservas petroleras para obtener financiamiento. Si este fuese el caso, entonces la iniciativa implicaría la privatización de las reservas de crudo del país. Esta decisión sería extremadamente controvertida, y su legalidad y constitucionalidad serían severamente cuestionadas”, detalla.
ResponderBorrarOtra incógnita está en el uso doméstico que se le pueda dar a dicha criptomoneda. En un artículo firmado por José Manuel Rotondaro y publicado en el diario KonZapata, el autor aventura que una vez establecido el mecanismo del petro, el Gobierno puede decidir que las empresas privadas, al menos las extranjeras, lleven su contabilidad y, crucialmente, mantengan su patrimonio en petros. Vinculado a ello Rotondaro expone que los estrategas de la criptomoneda podrían aprovechar para que alrededor del petro se cree un mercado de cambio petro-bolívares, manteniendo las restricciones cambiarias sobre la moneda emitida por el Banco Central de Venezuela. “Esto puede llevar a que capitales en el exterior, de extranjeros o venezolanos, entren y se restituyan los flujos interrumpidos en los últimos años”, sentencia Rotondaro.
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