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| Panorama |
Hoy decidí escribirte porque estoy indignada. Más aún, estoy asqueada por tu comportamiento, que más allá de responder a la dignidad, como tú lo pretendes vender, ha sido tu fatal contribución a la historia del Zulia y de Venezuela.
De gobernador electo por los zulianos -entre los que me cuento- pasaste a ser el jefe de comando del chavista Omar Prieto. Le entregaste el Zulia sin pudor, sin vergüenza, traicionando la confianza de los electores que te llevaron a la cima, para que, después, por mero capricho y apetencias personales, decidieras no juramentarte.
No conforme con eso te dedicaste a hacer campaña por la abstención, jugando con la rabia y la desmotivación de la gente para complacer tus resentimientos y acabar con Manuel Rosales, tu eterna piedra en el zapato. ¡Qué lástima que tus actos respondan a puros caprichos de niño rico y malcriado que no ve más allá de sus narices!
Hoy me quedan más preguntas que respuestas que, ojalá algún día, tú o la historia, puedan aclararme.
Explícame, ¿qué ganas con entregarle el Zulia a Omar Prieto? ¿Qué recompensa obtendrás con esto? ¿Cómo le explicarás a todos a quiénes les expropiarán sus negocios y le cercenarán sus libertades, que los traicionaste? ¿Qué parte de la importancia del Zulia en el cambio del gobierno nacional no has entendido? ¿No te das cuenta que al teñir al Zulia de rojo, el corredor electoral más importante del país, le das oxígeno y más años de vida al gobierno de Maduro? ¿Era Manuel Rosales más peligroso para el Zulia que Omar Prieto? ¿Por qué tu empeño en intentar acabar con un partido político cuando lo que estamos en este país es escasos de democracia? ¿Acaso crees que después de jugar peligrosamente con la abstención, en pocos meses podrás lavar tu cara para pedirle el voto a los zulianos con miras a unas presidenciales? ¿No te das cuenta que cavaste tu propia tumba y la de todo tu partido porque el gobierno los borrará del mapa?
Juan Pablo, de verdad quiero pensar que se te metió el demonio en el cuerpo y no mediste las consecuencias, a creer que lo hiciste todo premeditadamente.
Te aclaro que mi reclamo no es a título personal ni responde a posiciones políticas, porque ni Rosales ni ninguno de ustedes son santos de mi devoción. Mi reclamo lo hago desde el respeto que me merezco como ciudadana, lo hago desde el asombro que me provocan todas tus incongruencias y la tristeza que me ahoga por el turbio futuro que le espera a mi Zulia.
La resistencia que desde hoy se consolidaría y contagiaría a todo el país, murió antes de nacer. Nunca olvides que el tiempo de Dios es perfecto y a tí te pondrá en el lugar que te corresponde: el político que más daño le hizo al Zulia.
Yajaira Uzcátegui
Zuliana decepcionada
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