Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 19 de noviembre de 2017

VENEZUELA SAQUEADA | José Guerra

Venezuela fue sometida entre 2007 y 2012 a un proceso de endeudamiento francamente criminal.

Fue una deuda contraída en las peores condiciones. Vivió el país una especie de festival donde sin tasa ni medida PDVSA y el Gobierno emitían obligaciones que luego recaerían sobre los hombros del pueblo venezolano.

La lógica era que PDVSA y el Gobierno colocaban papeles en dólares y quienes los adquirían pagaban en bolívares. Esa operación tenía el propósito de mantener el tipo de cambio fijo para supuestamente aliviar las tensiones inflacionarias.

De esta manera, los diseñadores de semejante disparate pensaban hacer lo que el BCV no podía hacer, que no era otra cosa que absorber la liquidez excesiva que el mismo Gobierno creaba con un gasto público cada vez más grande e ineficiente. Con una operación de esa naturaleza, quienes mantenían saldos en bolívares salían corriendo a comprar dólares baratos, literalmente regalados.

Fueron tiempos de frenesí. El país esperaba ansioso los mensajes del presidente Chávez y de sus ministros y altos funcionarios donde se invitaban a los venezolanos a invertir en dólares baratos provistos por PDVSA y el Gobierno, pagaderos en bolívares.

Es decir, se trató de una invitación a que los venezolanos sacaran sus bolívares de los bancos para que fuesen a vaciar las reservas del BCV y arrasar con la deuda emitida.

Pero había otra motivación: PDVSA decía que requería financiamiento para el Plan Siembra Petrolera y consecuentemente también colocó deuda a raudales. En ese ambiente de fiesta, todos disfrutaban mientras el país se hundía en una deuda injustificada, que luego pasaría la cuenta al pueblo.

Pocos fuimos lo que alertamos a aquella nación embriagada en la demagogia y la irresponsabilidad fiscal y monetaria, sobre las consecuencias de aquella acción suicida. Los artífices de esa operación endeudamiento fueron todos los ministros de Finanzas que desfilaron por ese despacho, y por el Directorio de PDVSA, pero con especial énfasis Rafael Ramírez, Jorge Giordani y Nelson Merentes. Nadie está a salvo de responsabilidad.

Ahora tenemos una deuda que no podemos pagar y PDVSA en lugar de aumentar la producción de petróleo, ésta ha disminuido aceleradamente.

La deuda total de Venezuela alcanza a noviembre de 2017 a US$ 140.000 millones y Chávez la heredó de Caldera en US$ 30.000 millones. El saldo de ese endeudamiento es un pueblo arruinado, hambriento, un grupito enriquecido y un Estado endeudado. Venezuela fue literalmente saqueada.

Unos saquearon y otros fueron cómplices del saqueo. Más temprano que tarde, habrá justicia y se restituiría la decencia en el manejo de las finanzas públicas.

Leer mas: http://www.abcdelasemana.com/2017/11/17/venezuela-saqueada/

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