Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 24 de agosto de 2017

El Coquivacoa Aquí mi homenaje Por Douglas Zabala

Cuando no había crónicas escritas, pero si comentadas por nuestros primeros habitantes, esta hermosa ribera estuvo habitada por pacíficos y laboriosos pobladores. Se tienen noticias que las otras crónicas, de la que nos habló en su Historia de las Indias, Fray Bartolomé de las Casas, las de los españoles, datan del 24 agosto de 1499.

Ese día Alonso de Ojeda, recorre la costa desde Paria hasta el Cabo de La Vela y cruza frente a la barra de Maracaibo, rumbo al sur.

Dicen que Alonso de Ojeda al ver la inmensidad de estas aguas cristalinas, se vino bordeando por sus costas occidentales y llegó a estos lares, dándole el primer nombre de San Bartolomé, en honor al Santo, cuyo onomástico se celebra cada 24 de agosto.

Nuestro Lago de Maracaibo es el único lago del planeta relacionado con el mar; pero su fuente principal es el agua dulce, proveniente de los ríos que bajan de la Sierra de Perijá y la Cordillera Andina.

No conforme con toda esta belleza, la naturaleza también premió a sus habitantes con otra maravilla. En dirección suroeste sus marinos y pobladores se deleitan a diario con su Relámpago del Catatumbo.

El nombre actual de ese gran espejo de agua, refieren los historiadores que se lo debemos al alemán Ambrosio Alfinger, quien el 8 de septiembre de 1529, lo rebautizó, al averiguar, cómo los indígenas al poblado donde habitaban, le decían Maracaibo. En esa misma fecha se fundó la ciudad que le daría nombre al lago.

Muy bien lo dijera nuestro José Chinco Rodríguez, cuando exclamo:

A mí me da la impresión de que nuestro hermoso Lago, tiene influencia de un mago por que ejerce sugestión. Don Alonso en su excursión puso a estos lares la proa y al ver la Isla de Toas, se extasió el descubridor

¿Quién embrujo al español? ... fue el Lago del Coquivacoa.

Hoy nuestro Lago luce contaminado, pero en total resistencia ante los embates de quienes de nuevo insisten en no voltear la mirada y la mano amiga hacia sus riberas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario