Informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. El estudio plantea que este y otros fenómenos han provocado que el "orden mundial" peligre.
La decisión de los británicos de salir de la Unión Europea (UE) marcó un antes y un después para el bloque: ha afectado sus proyecciones económicas, reforzó el carácter de Alemania como líder de la región e hizo que algunos países se plantearan la posibilidad de seguir el ejemplo de Reino Unido.
Todo esto hizo que el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) lo llamara el "mayor cambio geopolítico" producido en Europa "en una generación".
En su Sondeo Estratégico anual, el think-tank analizó los fenómenos que marcaron el año y destacó el Brexit como "el primer ejemplo" en el mundo de una economía avanzada que "rechaza la globalización".
"Esta decisión diluye la unidad de Europa y probablemente se transforme en un enorme distractor en los próximos años, en momentos en que el mundo necesita a los líderes de la UE", dijo a "El Mercurio" Nicholas Redman, editor del informe.
Para el experto, la resistencia actual a la globalización da cuenta de que las personas sienten que no se han visto beneficiadas por el libre comercio internacional.
El IISS también destaca las corrientes populistas y nacionalistas, que han resurgido en gran parte del mundo, como factores que debilitan los mecanismos internacionales para solucionar conflictos, lo que ha hecho peligrar "el orden mundial". En el caso de Europa, estas ideas han sido potenciadas por una creciente insatisfacción de los ciudadanos con sus gobiernos, el estancamiento económico, el flujo de inmigrantes y la crisis de los refugiados.
Entre otras tendencias geopolíticas desestabilizadoras detectadas figura la implicación de Rusia en el conflicto sirio, las actividades de Beijing en el Mar del Sur de China para intentar hacer valer sus reclamos territoriales o la intervención de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en Yemen, que reflejan un enfoque más individualista ante la gestión de resolución de conflictos y que han provocado que los líderes mundiales se encuentren en un "estado de control de crisis".
La OMC rebajó sus previsiones sobre el comercio mundial en 2016 a 1,7% y dijo que una de las razones era la incertidumbre generada por el Brexit.
La decisión de los británicos de salir de la Unión Europea (UE) marcó un antes y un después para el bloque: ha afectado sus proyecciones económicas, reforzó el carácter de Alemania como líder de la región e hizo que algunos países se plantearan la posibilidad de seguir el ejemplo de Reino Unido.
Todo esto hizo que el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) lo llamara el "mayor cambio geopolítico" producido en Europa "en una generación".
En su Sondeo Estratégico anual, el think-tank analizó los fenómenos que marcaron el año y destacó el Brexit como "el primer ejemplo" en el mundo de una economía avanzada que "rechaza la globalización".
"Esta decisión diluye la unidad de Europa y probablemente se transforme en un enorme distractor en los próximos años, en momentos en que el mundo necesita a los líderes de la UE", dijo a "El Mercurio" Nicholas Redman, editor del informe.
Para el experto, la resistencia actual a la globalización da cuenta de que las personas sienten que no se han visto beneficiadas por el libre comercio internacional.
El IISS también destaca las corrientes populistas y nacionalistas, que han resurgido en gran parte del mundo, como factores que debilitan los mecanismos internacionales para solucionar conflictos, lo que ha hecho peligrar "el orden mundial". En el caso de Europa, estas ideas han sido potenciadas por una creciente insatisfacción de los ciudadanos con sus gobiernos, el estancamiento económico, el flujo de inmigrantes y la crisis de los refugiados.
Entre otras tendencias geopolíticas desestabilizadoras detectadas figura la implicación de Rusia en el conflicto sirio, las actividades de Beijing en el Mar del Sur de China para intentar hacer valer sus reclamos territoriales o la intervención de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en Yemen, que reflejan un enfoque más individualista ante la gestión de resolución de conflictos y que han provocado que los líderes mundiales se encuentren en un "estado de control de crisis".
La OMC rebajó sus previsiones sobre el comercio mundial en 2016 a 1,7% y dijo que una de las razones era la incertidumbre generada por el Brexit.
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