Con la Presidenta Dilma Rousseff a un paso del juicio político por supuestamente alterar las cuentas públicas y la economía del gigante sudamericano contraída 3,8% en 2015 (el peor índice en 25 años, que según el FMI se repetirá este año), Brasil dejó de ser el ejemplo que había sido para la región, en los últimos 16 años. De hecho, ahora es un peligro.
Uno de los temores es que la crisis brasileña arrastre a las economías de América Latina que tratan de acomodarse a la caída del precio de las materias primas. Las cifras económicas complementan y oscurecen la parálisis política del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT): el desempleo en 2015 llegó a 6,8%, dos puntos más que en 2014; el déficit primario representó en 2015 el 1,88% del PIB, cuando en 2014 había sido del 0,57%; la inflación el año pasado fue de 10,67%, la mayor en 13 años, aunque para 2016 está proyectada en 7,08% debido a la caída de la demanda y al superávit de la balanza comercial, y no por las políticas económicas adoptadas para enfrentar la crisis.
"Claramente, la región se ve afectada por la recesión en Brasil", dice a "El Mercurio" Rafael Amiel, economista y director para América Latina de la consultora IHS. La firma con sede en Londres pronostica que el PIB regional caerá 0,7% este año, "cifra influenciada de manera importante por la recesión en Brasil (cuyo PIB se contraerá 4%) y Venezuela (que retrocederá 9,2%)".
El analista dice que en "términos de contagio", los más afectados ante este panorama son los socios del Mercosur: Argentina, Uruguay y Paraguay, quienes envían entre el 15% y el 20% de sus exportaciones a Brasil, y "pueden esperar una menor demanda".
Hay matices dentro de ese bloque. El economista afirma que Argentina tiene el paliativo de la devaluación relativa del peso contra el real brasileño, y que la devaluación del real brasileño relativa al peso uruguayo "no ha sido muy exagerada". Pero donde "sí hay una gran desventaja" es en Paraguay, ya que el guaraní se ha apreciado 12% respecto del real en el último año. Es decir, "los exportadores paraguayos reciben menos guaraníes por los reales que reciben de sus ventas a Brasil (o, si cotizan en dólares, entonces pierden competitividad)", señala Amiel.
Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, dice que "todavía no está claro cuánto va a tardar Brasil en recuperarse de esta crisis, ni qué tanto va a seguir arrastrando a las economías vecinas". El politólogo destaca que otro riesgo para los países latinoamericanos es que empresas extranjeras puedan posponer inversiones en la región hasta que se aclare la situación en Brasil.
También está el riesgo inverso: que las empresas brasileñas involucrados en casos de corrupción dejen sus inversiones en la región. La constructora Odebrecht, envuelta en la mayor investigación de corrupción en Brasil, ya puso en venta el 55% de su participación en el proyecto de un gasoducto en Perú, que contempla una inversión de US$ 5 mil millones.
Leer más: http://diario.elmercurio.com/2016/04/24/internacional/_portada/noticias/C6708AED-9247-448C-BF8C-DE6D157BF9B6.htm
Michel Temer "Me encuentro en una situación muy difícil. No puedo, por respeto al Senado, tratar la formación de un eventual gobierno, pero tengo que estar preparado para, como establece el procedimiento, asumir el cargo al día siguiente, si la decisión es apartar temporalmente a la señora Presidenta".
ResponderBorrarMichel Temer, VICEPRESIDENTE DE BRASIL.