Este régimen como en los otrora países comunistas y en los regímenes nazifascistas, los primeros de extrema izquierda y los segundos de extrema derecha, ha venido estableciendo la mentira como política de Estado, ocultando estadísticas reales de la economía como los índices de inflación, de escasez y comportamiento del PIB. Asimismo, se vienen manipulando las estadísticas sobre desempleo y pobreza general, pobreza crítica y pobreza extrema. En lo que va de año 2015 no se han publicado los índices mensuales de inflación, que por la Ley del BCV deben publicarse durante los primeros 10 días de cada mes el índice correspondiente al mes anterior, de acuerdo al artículo 31 de la Ley que rige al instituto emisor. Es de observar también que no se viene publicando el índice de escasez. Igualmente se ha dejado de publicar el comportamiento del producto interno bruto, que es la variable general para medir el tamaño global de la economía.
En cuanto a la manipulación de los índices de desempleo y de pobreza, es de apuntar que el INE viene tergiversando la realidad de los hechos sobre estos dos indicadores. No es posible creer que la tasa de desempleo formal esté disminuyendo en los últimos años, cuando la economía se ha venido contrayendo, particularmente desde el año 2013; para este año se espera una disminución del producto en más del cinco por ciento. Los pobres para dejar de ser pobres tienen que vivir en viviendas adecuadas y tener un ingreso promedio familiar que cubra la canasta básica que en julio de este año supera los 50 mil bolívares mensual para un grupo familiar de cinco miembros. La más reciente encuesta de Datanálisis nos informa que un 85 por ciento de la población recibe un ingreso entre dos y cuatro salarios mínimos, es decir, muy por debajo de los siete salarios mínimos que se requieren para cubrir la cesta básica.
El alto Gobierno trata de justificar sus cifras edulcoradas escudándose en las publicaciones de la ONU y de la Cepal, es de advertir que los organismos internacionales reciben las estadísticas directas de los gobiernos y, el gobierno que manipula las cifras como es nuestro caso, pues así son publicadas. Estas prácticas de ocultamiento y manipulación de las estadísticas socioeconómicas es típica de los regímenes de extrema izquierda y de extrema derecha (comunistas y nazifascistas)
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