Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 26 de abril de 2015

Las cifras de la crisis ALONSO MOLEIRO


Al esconder las cifras de la crisis económica, el gobierno de Maduro pretende evadir el costo de las muchas máculas administrativas que han tenido lugar en estos años, y también las consecuencias del juicio que, por cuenta propia, se puede hacer cualquier ciudadano en torno a la más inobjetable de todas las evidencias: el rotundo e irreversible fracaso del modelo de desarrollo chavista

Mientras el gobierno insiste en responsabilizar a terceros sobre las consecuencias de las decisiones que toma, el cuadro económico nacional, gracias a la impericia y la ausencia de probidad de los administradores de la hacienda pública, se está agravando a una velocidad espeluznante.

Parte de la ejecución de la estafa agravada que ha constituido el denominado socialismo bolivariano consiste, precisamente, en ese detalle: las autoridades encargadas del Banco Central y el Ministerio de Finanzas están desarrollando con método una política para disimular los efectos de la crisis, ocultando cifras de crecimiento e inflación, y proscribiendo, con ello, cualquier debate responsable sobre lo que sucede en este país. Peor aún, obstaculizando el camino para emprender una solución de la crisis.

Tenga en cuenta el lector que no estamos aludiendo una circunstancia cualquiera. Venezuela está muchísimo peor de lo que el común de la gente cree, y la engañifa que está ejecutando el alto gobierno, comporta, incluso, una grave responsabilidad política.

Son pocas las personas, incluso si son informadas, que dominan con precisión cuales son los datos formales del comportamiento de la economía, por ejemplo, en un año 2014, duro período de tensiones sociales y escasez de bienes y servicios que se tradujo en airadas oleadas de protestas populares.

Esta perversa disposición, que es acompañada por los diputados chavistas de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, se lleva a cabo, como de costumbre, con toda impunidad, y no ha sido discutida con nadie en Venezuela.

Al esconder las cifras de la crisis económica, el gobierno de Maduro pretende evadir el costo de las muchas máculas administrativas que han tenido lugar en estos años, y también las consecuencias del juicio que, por cuenta propia, se puede hacer cualquier ciudadano en torno a la más inobjetable de todas las evidencias: el rotundo e irreversible fracaso del modelo de desarrollo chavista. La crisis se siente, pero la gente tiene derecho a comprenderla.

Los fondos de reserva de la nación, pensados para las contingencias con los precios petroleros, están a la fecha severamente lastimados. Los datos de la balanza de pagos son exhorbitantes. De 2012 a 2013, en las manos del PSUV se evaporó todo el tesoro nacional.

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