A propósito de una conversación sobre el buen funcionamiento del transporte escolar en USA, traigo a mi memoria a aquellos días en la década de los cincuenta cuando el transporte escolar recorrían las calles de Maracaibo rumbo al Colegio Gonzaga, temprano al salir el sol asomaba la trompa el Fundador hacia el lugar donde nuestras madres entregaba los hijos al cuidado del “hermano” que nos acompañaba en todo el trayecto, transportes escolares mantenidos con precisión, diferenciados de otros tipos, al terminar las clases dirigíamos nuestra carrera frente a la puerta del bus donde ya sentados, regresábamos al hogar en buses que respetando las ordenanzas y leyes del momento hacían el transporte seguro.
Hoy, al contemplar cualquier tipo de “cacharra”, sin colores ni señales que los diferencien, irrespetando leyes, decretos y ordenanzas, donde los estudiantes son hacinados, sin guía a quien respetar, me pregunto ¿Porque hemos llegado al abandono?
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