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| Tras un año de gobierno, se han elevado la inflación y la escasez (Foto: Iván Lugo) |
Tan solo un año de gobierno tiene el presidente Nicolás Maduro, período que estuvo marcado por un desempeño económico negativo, que se evidenció a través de una alta inflación, una elevada escasez y un bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Tras 12 meses de resultados desfavorables, el llamado "hijo de Chávez" plantea ahora lo que denomina una "nueva ofensiva", con la que asegura que logrará estabilizar una economía que se encuentra en crisis.
El mandatario promete que su plan logrará estimular la producción, alcanzar el abastecimiento pleno y establecer precios justos; todo lo contrario a lo alcanzado por su gabinete en los últimos 365 días.
Indicadores de Maduro
En la gestión de Maduro, el índice de inflación pasó de 27,6 por ciento al cierre de 2012 a 56,7 por ciento al término de 2013, de acuerdo con cifras del Banco Central de Venezuela (BCV).
Durante 2014, solo hasta febrero el indicador de precios acumuló un crecimiento anualizado de 57,3 por ciento. El ente emisor aún no publica el resultado de marzo, por lo que se especula que la variable siguió en aumento.
Estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan a que este año la inflación venezolana cerrará en 75 por ciento, lo que representaría la tasa más elevada del continente y el mundo.
La escasez se convirtió en otro dolor de cabeza para el jefe de Estado. Cuando Maduro asumió el poder, en abril de 2013, el índice que mide la ausencia general de productos se ubicaba en 21,3 por ciento, cifra que ascendió a 28,3 por ciento en enero pasado, de acuerdo con las estadísticas del BCV. Los elevados resultados llevaron al instituto a dejar de publicar los datos de febrero y marzo de este año.
Leer mas: http://www.laverdad.com/economia/50790-nueva-ofensiva-economica-tras-un-ano-de-crisis.html
La productividad es un concepto capitalista. De eso están convencidos los altos jerarcas de la "revolución". En su versión de socialismo ser productivo no es importante. Al contrario, puede ser hasta una traición. Eso explica lo ocurrido en la otrora Unión Soviética y sus satélites, también da luces sobre la arruinada economía cubana. En cambio los chinos sí creen en eso. Su crecimiento económico lo demuestra. El caso es que en la reunión realizada en Miraflores entre los jerarcas del PSUV y los integrantes de la MUD el gobernador de Lara, Henri Falcón, le recordó a Elías Jaua que las tierras expropiadas en Lara en el año 2009 por el difunto "eterno" estaban improductivas. Casi que eran un peladero de chivos. La versión de Falcón no fue del agrado del exgobernador Luis Reyes Reyes, quien afirmó ayer que en esas tierras se han producido cuatro millones de kilos de maíz, lo que puede sonar como mucho, pero en realidad es bien poco, pues ya han transcurrido cuatro años desde la toma. Son un millón de kilos al año y aunque no se especifica cuántas hectáreas se dedicaron a su cultivo, se dice que el fundo tiene un total de 2200 hectáreas. Las estadísticas señalan que en Venezuela se cosechan, en promedio, 3.300 kilos por hectárea de maíz. Solo sembrando mil hectáreas de maíz se debieron cosechar 3,3 millones de kilos al año, lo que multiplicado por cuatro años sería 13,2 millones de kilos. Más del triple de lo que dice Reyes Reyes. Con razón no hay harina de maíz.
ResponderBorrarEse mismo gobierno viene ahora con una gran dosis de cuentos chinos. Las evidencias son demasiado obvias. El estado de nuestra economía, deplorable y estancado, es el resultado de erradas políticas, de muchas ignorancias y prejuicios juntos, de mucha incapacidad para manejar una sociedad moderna. Sin embargo, el argumento central sobre el que se ha montado todo este desastre está vinculado con la creencia de que tenemos una riqueza petrolera extraordinaria y de que basta con aprovecharla bajo el control del Estado. En ese argumento, por supuesto, no hay ningún espacio para que exista un sector productivo no-estatal.
ResponderBorrarTodo se resume en apropiarse de la riqueza petrolera en manos del Estado, distribuir esos ingresos, y generar una economía absolutamente dependiente del control político. Todo lo cual nos lleva directamente al concepto de PetroEstado. Se trata, según el gobierno, de llevar el Petro-Estado a un nivel más elevado. Supongamos, solo por razonar al absurdo, que tal premisa hubiera tenido una "lógica económica". Que pueda explicar cómo es posible construir una sociedad de bienestar con una dependencia tan grande de un solo producto y del Estado. Pero, insistimos, razonemos al absurdo. En esa perspectiva, lo que se hubiera podido esperar es que entonces se hubiera volcado para producir más y mejor todo aquello derivado del petróleo.
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