Propuse antes una ley más amplia que, con base en el artículo 5 de la Constitución del 61 referido a la soberanía popular, creaba la figura del referendo consultivo nacional de modo que los gobernantes, en cualquier hora y respecto de temas que el proyecto enumeraba, pudieran apelar a esa fuente original de legitimidad y resolver así eventuales crisis políticas oconvalidar (o no) decisiones y reformas. Pero esta propuesta fue rechazada principalmente por AD y Copei, entonces absolutamente refractarios a todo cambio. ¡Cuánto se habría evitado la nación si hubiese contado con ese instrumento durante los convulsos años 90! Fueron necesarios tres lustros para que la aparición del fenómeno chavista planteara, creara e hiciera uso (a veces arbitrario e interesado) de la figura.
No se sancionó como instrumento nacional, pero quedó la posibilidad de crearla en el escenario local, municipal. Pedro París Montesinos, entonces senador (de AD, dicho sea para los jóvenes), se concertó conmigo, de modo que él en el Senado y yo en la Cámara de Diputados promovimos la reforma y conseguimos su aprobación. Tiene el atractivo el referendo municipal de ser una vía de consulta y decisión allí donde debería ser más fácil su implementación. La ilusión consistía en que los ciudadanos pudieran ser consultados y decidir sobre asuntos de su vida colectiva cotidiana donde ésta se ejerce: en la comunidad. Está el ejemplo de los frecuentísimos referendos estadales en California para probar su utilidad.
Lamentablemente, allí ha quedado, en el papel, este instrumento de democracia directa. Ni alcaldes ni concejales, ni ciudadanos hay que decir, han usado este camino expedito para resolver temas que permitirían que el pueblo se convierta en protagonista de la democracia.
Ojalá se aprovecharan los próximos comicios municipales para hacerlo. Imagino que son innumerables los temas de debate en cada municipio. Imagino que existen propuestas que no siempre encuentran en las cámaras municipales los acuerdos y los consensos necesarios. Pues allí está este procedimiento democrático para someterlos al veredicto del mandato popular.
Todavía estamos a tiempo. De los alcaldes, los concejales, los partidos y las organizaciones municipales depende.

eochoaantich@gmail.com @EOchoaAntich
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