Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 14 de marzo de 2013

La mentira como oficio / FERNANDO LUIS EGAÑA



Los regímenes despóticos con independencia de su signo ideológico, siempre se hacen duchos en la mentira política. Y particularmente en la mentira de la comunicación política.

Y esta se puede llevar a cabo de muchas maneras, pero sobre todo de dos: el falseamiento deliberado de la verdad con el propósito de engañar o defraudar, o el ocultamiento de la verdad o parte sustancial de ella con el objetivo de manipular la opinión.

En América Latina el gran maestro de la mentira política es Fidel Castro y su más que cincuentenaria revolución. Pero ha tenido y tiene pupilos aventajados, y entre ellos destacan las autoridades del Estado bolivarista en la Venezuela de estos años.

En Venezuela, el poder miente en materia de estadísticas económicas y sociales.

Miente en la interpretación de la Constitución y el conjunto del Estado de derecho.

Miente en su versión adulterada de la historia.

Miente en su manera de identificar y atacar a los adversarios políticos. Miente en la propaganda delirante sobre las ejecutorias gubernativas. Y miente, incluso, con la verdad...

Y una de las grandes mentiras del régimen venezolano, en particular ahora con Maduro y compañía, es que el poder real o efectivo esté en Caracas. No. Está en La Habana y desde hace mucho tiempo.

¿Puede una nación aguantar indefinidamente tanto falseamiento? La respuesta ni es fácil ni probablemente sea general. Y en el caso venezolano, tiene mucho que ver con las consecuencias del mega-populismo. Ácidamente denunciado entre nosotros por el finado y radical Domingo Alberto Rangel.

Esperemos que la realidad logre desmontar el fraude propagandístico, y esperemos que la conciencia democrática no pueda ser avasallada. Pero al mismo tiempo, no podemos subestimar la capacidad persuasiva de la mentira como oficio del Estado.

flegana@gmail.com

Tal Cual digital

No hay comentarios.:

Publicar un comentario