Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 27 de noviembre de 2012

Apagones y apatía revolucionaria DÁMASO JIMÉNEZ | EL UNIVERSAL

Lo dijo ante el octavo congreso de todos los soviets o comunas de Moscú en 1920, el propio Vladimir Ilich Lenin, el más grande y brillante de los revolucionarios comunistas de toda la historia de la necedad humana: "Sin electricidad no se construiría jamás revolución alguna".

Lenin estaba claro con esa idea suya al momento que la electricidad se convirtió en un arma vital para el desarrollo industrial y tecnológico del mundo, entendiendo desde su perspectiva que una sociedad socialista no era una vuelta atrás hacia el retroceso y la desidia de los pueblos, sino que por el contrario los verdaderos artífices del hombre nuevo debían estudiar y comprender la electricidad como un elemento clave para el desarrollo real de cualquier sociedad.

En la actual revolución socialista del siglo XXI en Venezuela, esta enseñanza jamás ha tenido eco alguno, y por el contrario se ha desviado la metáfora eléctrica del desarrollo endógeno más bien hacia los negocios marañeros por metro cuadrado y los maletines llenos de efectivo para pagar el tráfico de influencia de los nuevos amos del país, como verdadera electricidad que mantiene vivo el proceso, que por velar por la eficiencia que tanto gusta anunciar el presidente Chávez ante cada nuevo cambio de funcionario o de nombre a los proyectos viejos.

La ridiculez llega a su paroxismo más elevado cuando se pierde la conexión con la realidad y se intenta hacer creer en los programas de televisión del partido de gobierno, esa leyenda del onanismo chavista de que somos una potencia en esto, aquello y lo otro, cuando lo que vemos en la realidad de la calle es un apagón tras otro, transporte colectivo chatarra, autopistas en mal estado y carencia de alumbrado público en calles, plazas y avenidas, sitio ideal para convivir en un paraíso de malandros armados hasta los dientes en un país sin impunidad y con una comiquita en el papel de defensora del pueblo.

En su campaña pasada Chávez reconoció la pobre gestión y el mal gobierno que antecedió su triunfo el 7-0 y prometió un cambio contundente en temas álgidos como la inseguridad y el  tema de los apagones, 40 días después del triunfo, el mandatario sufre de amnesia y parece olvidarlo todo.

Los ciudadanos venezolanos, tan dóciles y pacientes, aún esperamos que el gobierno de OZ cumpla sus promesas y resuelva los problemas y deficiencias del sistema eléctrico, sin ninguna otro vaga excusa con lapas, venados, iguanas y trabajadores conspiradores asustando al ministro Navarro, según los últimos pataleos públicos del prócer burócrata.

La gente de los barrios, que no cree en revoluciones que llegaron para siempre si no le resuelven sus problemas básicos, no quieren ser defraudadas y manejan el término "una segunda oportunidad", para referirse al voto de confianza que le dieron de nuevo al presidente Chávez para solventar la grave crisis tercermundista que se ha apoderado de nuestro pobre país petrolero.

El programa del jefe de Estado para el período 2013-2019 establece la ampliación de los sistemas de generación, distribución y transmisión de electricidad, pero nada de esto ha ocurrido fuera de los insultos del ministro Navarro a sus trabajadores, a quienes tilda de enemigos de la revolución y del socialismo.

Lo peor es que en la misma sede de Corpoelec en Amparo-Maracaibo se le va la electricidad noche tras noche como emblema de la gran estafa y la apatía revolucionaria.

¿Qué pensaría actualmente Lenin de su seguidor caribeño, el teniente coronel? ¿Qué habrá querido decir con aquello de que sin electricidad no se construirá jamás revolución alguna?


@damasojimenez

No hay comentarios.:

Publicar un comentario