Afirma que muchas cosas someterán a prueba, en el 2012, el impresionante progreso de la Región, habido en 2011. En primer lugar, el enlentecimiento de la economía mundial, luego, y de gran importancia, los conflictos que podrían sacudir a Venezuela a raíz de la elección presidencial de octubre, que podría marcar el fin del régimen de Hugo Chávez y, finalmente, el difuso e impredecible sentido que adoptará el descontento de una clase media empobrecida.
Iniciemos por la economía.
El estancamiento en los Estados Unidos, la continua inestabilidad financiera en Europa, y el precio a la baja de las materias primas( commodities)impac tarán negativamente a la Región, cuyo crecimiento económico en torno al 3,5%, es todavía respetable pera lejos del pico de 6% de 2010. Como siempre, las cosas irán peor si China decae, causando una caída de los precios de las materias primas. Pero esto no es probable.
Después de un breve repaso de algunos países latinoamericanos, encabezados por Brasil, ahora la sexta economía el mundo, el autor del artículo, Michael Reid, afirma con énfasis: "Pero, en 2012, la más grande atención sobre la Región se fijará en Venezuela, donde el Sr. Chávez (foto de Chávez, Bolívar al fondo y Nietzsche en las manos; al pie la leyenda: buscando al Superhombre) enfrenta su más recia batalla electoral desde que tomó el poder en 1999". Dice Reid que una clave del resultado será si Chávez se recupera, o no, de manera suficiente que le permita realizar su campaña con la energía de costumbre. Una segunda clave será si la oposición se une alrededor de quien resulte electo en las primarias de febrero. Los precandidatos a seguir son Henrique Capriles Radonski, gobernador de Miranda, Pablo Pérez, gobernador de Zulia, y Leopoldo López, "un joven agitador" ( Reid dixit), si logra revertir la especiosa inhabilitación que le impuso la autoridad electoral. Notablemente, a pesar del estancamiento económico, la inflación, la escasez, el crimen rampante y la corrupción, el Sr. Chávez sigue apoyado por cerca de la mitad de la población electoral. Pero ese apoyo va menguando lentamente. Movilizará los recursos del Estado pero, siempre que el conteo de los votos sea limpio, la oposición puede ganar. La gran pregunta que formula Reid es: si el Sr. Chávez es derrotado, ¿se irá tranquilamente? Más adelante la revista opina: "si (Chávez) pierde, será muy difícil para las débiles instituciones contener la animosidad que separa a los chavistas ( supporters) de sus enemigos, y la lucha por ocupar el vacío puede volverse violenta".
En ninguna otra parte estos hechos son tan importantes como para Cuba que depende de Chávez para sus fuertes subsidios petroleros.
Tal Cual digital
